Rajoy dice que el acuerdo de la UE es «el peor que ha aceptado España»

El último pleno del año del Congreso de los Diputados mostró de forma clarísima el abismo político que separa hoy a Zapatero y Rajoy. Así se constató en el debate sobre el acuerdo presupuestario de la Unión Europea. Como era de esperar, sus valoraciones de lo logrado por España en las negociaciones fueron diametralmente opuestas. Hasta tal extremo que parecían hablar de cosas distintas. Para el presidente, España «ha conseguido prácticamente todos sus objetivos y «sale reforzada en Europa», con un acuerdo que le satisface «como europeo y como español» y «preserva mejor que nunca nuestros intereses». Según el líder del principal partido de la oposición, es «el peor acuerdo que haya jamás aceptado España en ninguna negociación europea», «ridículo» en comparación con los obtenidos por Felipe González y Aznar. Un «desastre» del calibre de Trafalgar, la Armada Invencible o la guerra de Cuba. Sin embargo, Rajoy admitió que el acuerdo firmado en Bruselas quizá fuera el «único posible» y, por tanto, el «menos malo» para la UE. Lo que, añadió, no quiere decir que sea bueno ni mucho menos un éxito, como dijo el presidente del Gobierno. La Cámara de los Comunes «Europa ha sido de nuevo muy solidaria con España», aseguró Zapatero, que añadió que los presupuestos proporcionan «soluciones justas y de futuro para nuestras regiones». Para Rajoy, «perdemos más que nadie y nuestras regiones pierden más que ninguna otra región europea». El presidente del PP aseguró para reforzar su argumento que Blair lo había dicho tras el Consejo Europeo y en su parlamento. Y añadió que «en la Cámara de los Comunes no se miente y aquí sí, lo hace el presidente del Gobierno». Eso sí, Zapatero usó a su vez lo que dijo Aznar hace dos años de que era mejor que las regiones españolas dejaran de percibir fondos porque eso supondría que se habían acercado a la media europea. Ambos líderes utilizaron los datos para sustentar sus tesis. El presidente insistió en que nuestro país obtendrá un saldo neto de 16.181 millones de euros hasta el 2013. En su segunda intervención, aclaró que la contri-bución española para financiar la ampliación de la UE en 2007-2013 asciende a 15.101 millones de euros. Rajoy dijo que España pierde el 90% de su saldo actual, «unos mil euros» por ciudadano y «va a pagar el 25% de la ampliación cuando su PIB es del 8% de la UE». Lo que para el jefe del Ejecutivo ha sido una demostración de que se puede negociar con eficacia, «sin perder amigos en cada recodo del camino», para Rajoy ha situado a «la España de Zapatero como una fuera periférica, ajena al grupo dirigente, con una influencia menguante, sin ideas, sin objetivos y sin aliados». El presidente lo ve de forma distinta: «España ya no es sólo un receptor de fondos, aunque lo sigue siendo y muy importante, sino que es un Estado miembro activo, que propone iniciativas y las hace prosperar». Zapatero calificó los presupuestos como solidarios, equitativos, equilibrados e innovadores y puso énfasis en los fondos de investigación y para inmigración concedidos a España.