El alcalde de Villaturiel lamenta que el fin del vertedero llegue así

Martínez acusa al Gobierno autonómico de desidia ante un grave problema medioambiental El alcalde de Villaturiel, el socialista Valentín Martínez, confiesa que el problema de los neumáticos que se acumulaban sin control en Castrillo desde hace seis años se ha resuelto de «la forma más drástica», a través de un incendio. El fuego, que según las primeras investigaciones a las que ha tenido acceso este periódico pudo ser intencionado, comenzó en la zona trasera de las dos fincas en torno a las 20.15 horas del pasado jueves. El alcalde acababa de regresar de una reunión en Valladolid cuando fue alertado del siniestro. Según recuerda, el primero que atendió su llamada de socorro fue el delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo, que envió a los efectivos de Protección Civil. En seguida, se montó un gabinete de crisis y se habilitó un hospital de campaña. La Junta ofreció hasta el helicóptero por si era necesario evacuar a los vecinos. 30 metros de altura La nube negra y densa que desprendieron los neumáticos al arder, y que se podía divisar a varios kilómetros de distancia, «se elevó por suerte más de treinta metros de altura -explica- y no hizo falta desalojar a la población ni atender a víctimas». El mal sabor de boca le queda, no obstante, por las múltiples advertencias que lanzó a la Junta sobre el riesgo que entrañaba el vertedero y por la «desidia que ha demostrado ante nuestras quejas. La nube podía haber sido muy tóxica y las consecuencias muy graves», remarcó. Este año, el Ayuntamiento llegó a barajar, incluso, el denunciar al Gobierno autonómico por «poner en peligro la salud de los vecinos al no atajar el grave problema medioambiental» que generaba el depósito ilegal. La rapidez de las llamas La Consejería de Medio Ambiente les había propuesto en abril hacerse cargo del 75% del coste de recogida, transporte y posterior reciclado de las cuatro toneladas de neumáticos de Castrillo, a cambio de que el Ayuntamiento asumiera el otro 25%. Tras varios desencuentros sobre las cifras y de tirarse el balón de las responsabilidades, ambas administraciones estaban a punto de cerrar un acuerdo para eliminar el vertedero. Las llamas han sido más rápidas que las negociaciones.