«Está más apaciguado»

«La situación del incendio es cada vez mejor, está más tranquilo, ahora sólo arden los montículos, las zonas bajas están completamente apagadas», declaró ayer el jefe de los Bomberos de León, Álvaro Rodríguez. El agua procedente del pantano del Porma que se ha utilizado para anegar la finca, con la ayuda de la niebla, la lluvia y las bajas temperaturas, ha refrigerado los focos hasta conseguir que sólo en las partes altas existan llamas. «El fuego está apaciguado, cada día va a menos y prácticamente ya no contamina», declaró Rodríguez. El jefe de los Bomberos apuntó que hoy se estudiará la posibilidad de recurrir a espumas refrigerantes para reducir aún más las llamas, aunque desde el principio, la teoría que se ha barajado como más factible es la de que el material se consuma por sí mismo. En la zona del siniestro, entre la niebla, se observa la salida de vapores, que surgen del agua que inunda el solar del vertedero. Condiciones difíciles La existencia de pozos, en los que también se acumulan neumáticos, dificulta las labores de extinción con la máquina retroexcavadora, aunque Álvaro Rodríguez señaló que la experiencia de estos días ha demostrado que enterrar las pilas de neumáticos no funciona, «lo que removió la máquina el sábado el domingo era lo que más ardía». Los primeros cálculos apuntaron que el vertedero podría estar ardiendo durante casi una semana, pero según Álvaro Rodríguez hoy «estará bastante mejor». Las tareas de extinción también se complican por la gran extensión de la finca, 15.300 metros cuadrados y por las características del material en combustión, los neumáticos. Los vecinos de Castrillo de la Ribera continúan acercándose a la zona del incendio para ver cómo evoluciona. No comprenden cómo después de tantas denuncias y de que el vertedero estuviera precintado se continuaba almacenando ruedas en el depósito ilegal situado a tan sólo 300 metros de las casas.