La Junta responderá con contundencia si la producción se recorta en la comunidad

«No podemos despachar un plan de estas características con dudas por una cuestión de urgencia de fechas» ALBERTO GONZÁLEZ LLAMAS, secretario de la Federación Minerometalúrgica de CC.OO. «Si el Gobierno pretende reducir la producción de carbón a costa de las cuencas de Castilla y León que hoy por hoy son rentables, tendrá la respuesta contundente de la Junta, porque será una muestra más de una situación de decisiones arbitrarias». Así de contundente se mostró ayer el consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva, visiblemente molesto por haber conocido la noticia de que el Plan del Carbón no se había firmado finalmente a través de los medios de comunicación. Villanueva asistía anoche a la inauguración de la nueva sede de la Cámara de Comercio, y calificó de «lamentable» que tuviera que enterarse de forma «oficiosa» de la situación de un plan que considera vital para la economía autonómica. «De nuevo el Gobierno de España no informa al de Castilla y León sobre acuerdos que le afectan directamente», explicó; y mostró su «descontento por la falta de comunicación, de respeto y de lealtad institucional». El consejero de Economía y Empleo criticó que «ni se enfoque ni se solucione el Plan del Carbón», y censuró que el ministro de Industria, José Montilla, esté «excesivamente preocupado por Cataluña, y poco por Castilla y León y el problema de las cuencas mineras». Villanueva destacó que el sector del carbón en la comunidad «no necesita un ajuste ni una reestructuración, sino una estrategia que aclare bien cuál es su futuro, y que defina claramente cuál va a ser la evolución del sector». Un sector que, en opinión de la Junta, tiene futuro. El responsable de economía del gobierno autonómico demandó también al ministro de Industria que «desvele la incógnita de cuáles son las causas de la falta de acuerdo», y también que diga claramente qué volumen de producción va a tener cada empresa minera. También criticó: «La situación actual desvela que el acuerdo cerrado hace un mes era en realidad muy frágil, un compromiso carente de base. Ahora lo que tienen que explicar es qué producción quedará».