Risas y regalos solidarios Desfile de sueños e ilusiones

Los Reyes Magos llegaron muy temprano a Villaquilambre para poder visitar a los niños de los diez pueblos del municipio. Desde las 9.00 horas, los sueños de cientos de niños se hicieron realidad. La alegre cabalgata partió desde las escuelas de Villanueva para dirigirse a los pueblos más pequeños del municipio, Canaleja y Castrillino, e ir recorriendo después Robledo, Villarrodrigo y Villamoros. Tras recuperar fuerzas con la comida del mediodía, recorrieron Villaobispo, la urbanización Las Paradinas, Villasinta y Villaquilambre concluyendo el largo viaje en Navatejera. Melchor, Gaspar y Baltasar bajaron de su carroza para visitar personalmente las dos guarderías municipales, la residencia de ancianos Atardecer y la clínica Altollano. 400 kilos de caramelos endulzaron el día a los niños y niñas mientras contemplaban la comitiva, compuesta por hombres y mujeres en igual número. Los Reyes Magos entregaron regalos a 36 niños cuyas familias cuentan con escasos recursos. La solidaridad de la mayoría de los vecinos permitió que ningún niño se quedara sin regalo gracias a la iniciativa «Una moneda, una ilusión». Durante las fiestas se han depositado casi 500 euros en huchas municipales para comprar libros y material escolar. Fue sin duda la fiesta infantil más emblemática del año. Esperanza, ilusiones, ojos nerviosos en busca de una mirada de Melchor, Gaspar o Baltasar... Los niños del municipio vivieron ayer uno de los días más mágicos y alegres del año. Un recorrido plagado de sonrisas que se inició a las 18.00 horas en la casa de cultura de Pinilla y deleitó a niños y mayores durante una hora y media por las calles principales de la localidad. Villancicos, caramelos, serpentinas, confeti... y la ilusión de poder tocar a lo Reyes en la mente de todos los niños, que por supuesto, pudieron hacer realidad sus sueños al finalizar la cabalgata en Trobajo del Camino. El cortejo estuvo compuesto por 250 participantes y a pesar del frío, cientos de vecinos acompañaron a pajes, reyes y ayundantes reales. El teatro de animación abrió el paso a las tres carrozas reales y a un gran buzón que había sido el destinatario de todas las cartas de los niños de San Andrés. No faltó tampoco el carro engalanado de Cecilio, con su burro y su mastín alegrando como siempre todas las fiestas con su presencia. Más de mil personas se congregaron en la carpa situada junto a la casa de cultura de Trobajo para degustar los 175 roscones y las 4000 raciones de chocolate que el Ayuntamiento puso a disposición de todos los asistentes. El concejal de Fiestas, Pedro Blanco, aseguró que el año que viene los Reyes contarán con carrozas nuevas y que además entregarán un detalle a todos los niños.