Diario de León

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Es muy grande eso de ser pequeño

Los niños de la capital salen a la calle en masa para recibir a los Reyes Magos, que aterrizaron en helicóptero en Eras de Renueva

León

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Antes las niñas pedían por reyes la Mariquita Pérez y las cabalgatas empezaban cuando salían los camellos (los de cuatro patas, que los de dos todavía eran una especie muy minoritaria). Ahora los renacuajo s piden la Play Station 2, que a precio de oferta cuesta trescientos y pico euros y los Reyes Magos llegan en helicóptero. Cosas de la prosperidad, que dicen. Tanta modernidad, sin embargo, no tiene pinta de poder acabar con el espíritu esencial de la Navidad. La fiesta de los niños por antonomasia, sembró de sonrisas infantiles la principal explanada de Eras de Renueva, horas antes de la noche más bonita que haya podido echarse a la espalda el calendario. «¡Mama, esas carrozas son preciooooooosas!». Cuando habla un niño, se escucha la voz de la sinceridad. La Banda Municipal de León, ahora con Jingle Bells que pega mucho, más tarde con Banderita tu eres gualda que... bueno eso, que suena muy bien, amenizó ayer los prolegómenos de la llegada de los Reyes Magos a la capital leonesa. Llenas a reventar las gradas, como en los corros de lucha leonesa de verano, las primeras órdenes emergieron de los audífonos del personal de Protección Civil a estilo película: «A todas las unidades: cuando pasen los Reyes, cuidado con las avalanchas en las vallas, controlen al público». No hubo problemas. Si acaso, que se perdieron media docena de niños: «Que no se hagan ilusiones los padres, que se los devolverán» anunció socarrón José Manuel Mures, conductor del acto. Todos buenos Mario Amilivia cree en los Reyes Magos. Por eso el alcalde de León pidió para los más pequeños de sus conciudadanos una mínima prebenda: «Estoy seguro de que han sido buenos este año, y los que no lo hayan sido, prometen que lo van a ser. Por eso, tenéis que traerles regalos a todos» imploró a los tres magos. Eso sí es una mentira piadosa. Le replicó Melchor. Más dado a las Pastoradas que a los discursos, y más cercano al Grupo Arpegio que a las masas, el portavoz de los tres grandes protagonistas del día hizo votos para que la humanidad busque el bien sin distinción de colores ni razas, y en definitiva, para que las utopías se hagan realidad algún día. Total, no hay mejor noche que la de ayer para pedir. Y para recibir.

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