León tiene que triplicar los recursos para universalizar la atención adependientes

Sólo uno de cada tres leoneses que requieren cuidados de terceros se benefician de algún servicio público o concertado para subsistir, la mayoría en su propia vivienda, en soledad y no en pocas ocasiones «aislados» por las barreras arquitectónicas. Es un problema de dinero: actualmente se dedica el 0,33% del Producto Interior Bruto a la dependencia y sólo el 5,1% de personas de más de 65 años cuentan con un servicio de ayuda a domicilio en la provincia, el 4,1% con teleasistencia y el 0,1% con una plaza en un centro de día público o concertado. Además de la baja ratio de cobertura, la atención domiciliaria con ayudas públicas está limitada a un máximo de dos horas diarias y en la práctica no supera la hora, a veces sólo en días alternos. La atención a la dependencia es un problema que se arrastra de la última década, debido al progresivo enjecimiento de la población, y la tendencia es que se agrave en el futuro. En León, una de cada cuatro personas tiene más de 65 años, mientras que apenas el 11% de los habitantes tienen menos de 14 años. Las personas dependientes son, sobre todo, los ancianos, pero también hay un grupo de discapacitados físicos y psíquicos que precisan cuidados permanentes. El Gobierno acaba de tramitar el anteproyecto de ley de autonomía personal y dependencia con la promesa de que en el 2015 el dinero público invertido anualmente en la dependencia alcance el 1% del PIB. En la provincia de León la atención a las personas dependientes supondrá un coste anual de 42 millones de euros que, tal y como se plantea la futura ley, tendrán que sufragar el Estado y la Junta. Pero lo más importante, subraya la secretaria de Estado de Asuntos Sociales, la leonesa Amparo Valcarce, es que «la ley configurará el Sistema Nacional de Dependencia como cuarto pilar del Estado del Bienestar, tras el sistema nacional de salud, el sistema educativo y el sistema de pensiones que fueron desarrollados en los años ochenta». La implantación del Sistema Nacional de la Dependencia beneficiará en León a partir del 1 de de enero del 2007 a unas 14.000 personas según datos estimativos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Para universalizar la atención a las personas dependientes se tendrán, pues, que triplicar los servicios (o su equivalente en prestaciones económicas) hasta el 2015 que es cuando concluirá la implantación del SND. Un nuevo derecho Los dos de cada tres leoneses dependientes actualmente excluidos de la atención pública no pueden exigirla a la administración porque la atención a la dependencia no es un derecho. El gran salto que supone para las personas con dependencia la nueva ley es que ser atendido por el sistema público o recibir una prestación para suplir la carencia de servicios o plazas se convertirá en un derecho de ciudadanía a partir del 1 de enero del 2007, si bien en el primer año de implantación de la ley sólo se garantiza la plena atención a los grandes dependientes. Los severos y moderados, que completan los tres grados de dependencia que fijará la ley, se irán incorporando en los ocho años previstos para su implantación definitiva. A diferencia de la escuela y la sanidad, que son gratuítos, la atención a la dependencia se configura como un derecho que contempla el copago del usuario. Los beneficiarios participarán en función de su situación económica y patrimonial, tal y como está ahora establecido para los servicios de ayuda a domicilio y teleasistencia, al menos en la comunidad de Castilla y León. El anteproyecto de ley de la dependencia crea la figura del «programa individual de atención» para garantizar la atención a través de servicios para la promoción de la autonomía (ayudas técnicas, teleasistencia, ayudas a la adaptación y asistencia profesionalizada), atención y cuidado (ayuda a domicilio, centros de día y centros residenciales) y prestación económica (para contratar a otros o al familiar). SERVICIOS EN LEÓN Plazas en residencias públicas y concertadas Estancias diurnas públicas y concertadas Beneficiarios de ayuda a domicilio Beneficiarios de teleasistencia «Si logras que no sea una carga, el enfermo es más feliz y tú eres mejor persona. Ahora me preocupo de mi madre y de su compañera de habitación, Manuela y me siento más cercana a los mayores» GELEN FERNÁNDEZ, hija y cuidadora