Bush, decidido a acorralar a Hugo Chávez

El Gobierno americano acaba de negar formalmente a España la licencia pertinente para vender a Venezuela aviones y patrulleras de fabricación española que incluyen tecnología americana en los motores y en la aviónica, los sistemas de guía, detección y protección del aparato. Esta negativa se produce casi dos meses después de que los responsables de las empresas constructoras y los del gobierno venezolano formalizasen en Caracas la firma de los pertinentes contratos en un solemne acto celebrado en el Palacio de Miraflores. Con anterioridad a este acto formal, - que contó con la asistencia estelar del presidente Hugo Chávez y del ministro de Defensa español, José Bono, ya habían corrido ríos de tinta sobre el hipotético veto americano a esa operación comercial. Con estos precedentes, la materialización de la amenaza de Washington no pilló a nadie por sorpresa. Un alto mando militar venezolano, minutos antes de la firma del contrato, dejó claro que no le preocupaba porque hay tecnología de sustitución de patente francesa, alemana e incluso israelí. ¿Por qué no se optó desde el primer momento por la solución alternativa? Era cuestión de presupuesto, ¿Quién va a pagar la diferencia? Ese es uno de los secretos del sumario. ¿Por qué el gobierno americano esperó tanto tiempo para dar una respuesta definitiva? En Washington, según sostienen analistas solventes, halcones y moderados discrepan desde hace tiempo sobre la solución al problema venezolano. Después de ciertos titubeos, los acontecimientos fueron dando la razón a los duros. La agresividad verbal de Chávez fue a más, Cuna empieza a salir de la crisis, gracias a la ayuda venezolana, y Evo Morales gana en Bolivia con un claro respaldo moral y económico de Chávez. En ese contexto hay que entender la acusación del secretario de defensa americano Donald Rumsfeld. El otro mensaje de los americanos, que emiten con la boca pequeña, es que no es nada personal con España, porque a Brasil, con los mismos argumentos, le acaban de bloquear la venta de aviones a Venezuela por valor de 500 millones de dólares.