Financiación para pagar suicidas

Las redes de reclutamiento de muyahidines en España están casi tan obsesionadas por captar mártires como por conseguir fondos con los que pagar los viajes de los futuros suicidas a los puntos donde comentan sus atentados. Según los expertos de los servicios de Información, «todo vale» para estos grupos, que buscan «multifinanciarse» a través de negocios de lo más variopinto, bien se de forma legal o ilegal. Los informes de la Comisaría General de Información insisten en que la base para pagar los costosos desplazamientos a Irak de jóvenes magrebíes sin muchos recursos económicos es la pequeña delincuencia: por ejemplo, tráfico de estupefacientes, falsificación de pasaportes -no sólo para los suicidas sino para la venta a terceros-, robos con violencia y, sobre todo, falsificación y clonación de tarjetas de crédito. Otra fuente de recursos económicos, aunque de menor importancia, son las aportaciones de los responsables de las propias células, de nacionalidad siria o turca en su mayor parte, que tienen una situación económica más desahogada que los futuros muyahidines, al tener negocios legales propios desde hace varios años. La tercera vía de financiación, de estos grupos radicales, aunque es muy minoritaria, es la petición en varios comercios o mezquitas regentados por personas musulmanas la denominada «zakat» o limosna islámica. Esta vía, según los especialistas en el tema, ha sido abandonada poco a poco ya que para la Policía es muy fácil tener información sobre «quién pide y para qué causa».