«La?Fiscalía no necesita que nadie le diga lo que tiene que hacer»

Cándido Conde-Pumpido, vivió la semana que acaba una de las más agitadas desde su llegada a la Fiscalía General del Estado. La oposición fue inmisericorde con él por no haber instado desde el primer momento a la prohibición del acto de Batasuna. -Lo cierto es que, en un primer momento, tanto usted como el presidente del Gobierno, rizando mucho el rizo, parecía que estaban apuntando fórmulas para que Batasuna pudiese llevar a cabo su congreso sin chocar frontalmente con la legalidad vigente. -No. Ni el presidente del Gobierno ni el Fiscal General han rizado el rizo en absoluto. Estamos en un Estado de Derecho y debemos respetar todo lo que eso significa. Los derechos individuales, a título particular, siguen vigentes. La disolución de Batasuna no significa que los antiguos militantes de ese partido, si quieren renunciar a la violencia y trabajar pacíficamente no puedan hacerlo. Hay que distinguir los derechos individuales de la prohibición genérica. El fiscal necesitaba escuchar las opiniones de los profesionales y en el momento oportuno instó que se prohibiese el acto y así se hizo. -El presidente llegó a decir que la ley de partidos, que él consensuó en su día con el gobierno del PP, era «muy restrictiva con el derecho de reunión». ¿Comparte esa opinión? -Esa ley, efectivamente, fue fruto de un pacto en el que los dos partidos más relevantes estuvieron de acuerdo en excluir de las instituciones a una fuerza política que apoyaba la violencia. La interpretación de esa ley debe hacerse de manera que garantice la seguridad y excluya la violencia, procurando que no se perturben otros derechos que no están afectados. Los temas jurídicos hay que resolverlos sin brochazos, de una manera precisa. El Fiscal General, desde su primera declaración, dijo que si se demostraba que el acto estaba programado por Batasuna, se prohibiría. Si eran actos individuales, no. Vistos los informes policiales, comprobamos que era un acto orgánico y se prohibió. -Según Rajoy, en este tema usted lo que ha hecho es «marear la perdiz» y dejar el asunto en manos de un juez cuando la vía directa es actuar de oficio. El PP le envió un escrito pidiéndole que impidiera el acto. -Sí, un abogado del PP remitió un escrito en el que decía lo que debía hacer la Fiscalía en ese tema, desde el punto de vista de ese partido. La Fiscalía no necesita que nadie le diga lo que tiene que hacer porque su función y su oficio los cumple de acuerdo con sus criterios. Cuado se recibió ese escrito la Fiscalía ya había dado orden de instar la prohibición del acto y ya había dado las instrucciones oportunas. -¿Por que cree que fueron tan duros con usted en esta ocasión? -Al fiscal se le iba a criticar igual tanto si actuaba como si no, porque se le critica por interés político en descalificar la actuación de la Fiscalía General del Estado. La Fiscalía actúa siempre en función de datos objetivos y de los informes de los fiscales que deben de intervenir. Eso tiene un recorrido procesal que necesita ser analizado con todo rigor. Yo recibí el informe de los fiscales el viernes a primera hora en San Sebastián y a última hora los policiales. El lunes se interesó la prohibición. Por tanto, se actuó en el momento procesal oportuno. Con esas críticas de lo que se trata es de sacar partido político de un problema como el del terrorismo en el que deberíamos estar todos unidos apoyando a las instituciones, tratando de reforzar el Estado y no tratar de sacar beneficio electoral de un problema que es tan complicado y delicado. -Otegi llegó a preguntar si usted estaba informado cuando escuchó al fiscal pedir prisión para él en mayo del año pasado. ¿Por qué? -Es cierto, yo había dado mi asentimiento para que se pidiese prisión incondicional. No fue la única vez. Ello no impide que si un momento determinado hay una norma del Estado de Derecho que les beneficia se les aplique. -¿Es compatible la defensa de la legalidad con el «echar una mano» para contribuir al acercamiento, a base de gestos amistosos, con colectivos que pueden ser decisivos para lograr la Paz definitiva en el País Vasco? -La ley de partidos pretendía dejar claro un objetivo esencial: hay que elegir entre las urnas y las armas. Los que quieran actuar políticamente no pueden hacerlo con una metralleta debajo del brazo. Batasuna, durante mucho tiempo, estuvo en las instituciones con la amenaza de la violencia. La ley de partidos ha excluido de esas instituciones a los etarras. Eso no significa que no deseemos todos que la gente que antes los votaba acabe entrando por el camino de la paz. ««Si una norma del Estado de Derecho beneficia a Otegi, también se le aplica» CONDE-PUMPIDO Fiscal General