El líder del PPC puso su cargo a disposición del partido con el fin de «no molestar ni causar problemas»
Rajoy logra convencer a Piqué de que no dimita tras el rifirrafe con Acebes
El presidente del PP, Mariano Rajoy, tuvo que apagar ayer su mayor incendio interno desde que asumió la presidencia del partido y lo hizo respaldando al presidente de los populares catalanes, Josep Piqué, y evitando así que la primera víctima de la crisis del Estatuto de Cataluña fuera de su partido en lugar de en el tripartito catalán o en las filas socialistas. A pesar del espaldarazo que le dio el presidente de su partido por la mañana, el dirigente catalán no se dio por satisfecho. Según comentó al término del desayuno, le pareció un apoyo «insuficiente» y «demasiado tarde». Movido por este descontento, transmitió a sus interlocutores su intención de presentar su dimisión, al entender que «molesta» en el partido y porque no quiere ser «un problema ni para el PP ni para Rajoy». «Cuenta con mi pleno apoyo y seguirá siendo presidente del PPC mientras quieran los catalanes», había dicho Rajoy por la mañana, aunque fue prácticamente el único que respaldó a su compañero. Casi todos los miembros del PP que asistieron al desayuno se adelantaron condenando al ostracismo al líder catalán, y sólo el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, y la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, se acercaron a saludarlo. Reunión en lugar secreto La reunión de reconciliación entre Piqué y el PP no se celebró finalmente en Génova ante la presencia de fotógrafos y medios de comunicación. Ambos decidieron hablar sin presión y se reunieron en un lugar secreto que sólo trascendió al final del encuentro, que se prolongó durante varias horas. El portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, ya adelantó que una dimisión de Piqué «provocaría un enorme daño al partido, como cualquier división que ocurre», lo que comenzó a dar pistas sobre cuál podía ser el resultado final de la reunión. Lo que el tiempo dirá es si la crisis se ha cerrado en firme o si la decisión ha sido sólo temporal y de cara a la galería. De ser así, esto significaría que a medio plazo Piqué se iría con cualquier otra excusa.