Los jueces detectan que la simplificación del papeleo redujo la agresividad conyugal

«Las situaciones intermedias de un proceso judicial siempre generan momentos violentos. Ahora, con la nueva ley, se nota que ninguno de los cónyuges puede jugar con el proceso y hay menos tensión», indicó el decano de los jueces leoneses, Juan Carlos Suárez Quiñones. Los procedimientos, según la misma fuente, son ahora más fáciles. «Una separación siempre es traumática, pero ahora lo es mucho menos porque el entorno ya no es tan hostil», añadió. No obstante, no existe una relación que constate que la reforma legal haya supuesto una reducción de los casos de violencia sexista. El juez explica que «la gente se sigue casando» igual que antes, incluso recordó el añadido estadístico que supondrán los nuevos matrimonios entre personas del mismo sexo. Sin embargo, matizó que los datos referidos a las rupturas de relaciones fueron sensiblemente menores en el segundo semestre del 2005 a consecuencia de la confusión que planteó la aplicación de la reforma legal durante las primeras semanas. Nace un nuevo fenómeno legal Suárez-Quiñones reveló que la ley del divorcio exprés ha provocado un nuevo fenómeno legal y es que las parejas «ya no se van a situaciones intermedias», es decir, que apuestan por continuar con la relación o romperla de forma tajante a través del matrimonio, y no de la separación, como era obligatorio hasta ahora. Desde este punto de vista, los jueces entienden que la ley ha sido beneficiosa para descargar la saturación de expedientes y, esencialmente, porque «incrementa al libertad de los cónyuges para seguir con la relación marital». No obstante, ya con la ley vigente desde 1981, a los jueces les bastaba con constatar que se había extinguido la afectio maritalis (afecto marital) para conceder un divorcio. Por esta razón, la eliminación de las causas para obtenerlo no ha requerido un «reciclaje» a los jueces. «Lo que favorece -indica el juez decano- es que el procedimiento final de una separación o de un divorcio, al no tener que presentar causas que lo justifiquen, es más fácil y más corto». Uno de los puntos más criticados de la reforma legal fue el hecho de que son los jueces los que deciden qué hacer con la custodia de los hijos. «Esa decisión siempre se toma en base al interés superior de los niños», señala Juan Carlos Suárez-Quiñones. «La ley -agrega- incrementa la información de la que dispone el juez a través de informes psicosociales emitidos por los técnicos», una circunstancia que antes de la reforma legal ya se contemplaba como una opción. Lo normal es que la custodia acabe siendo compartida si no hay violencia.