Las rupturas son la segunda causa de estrés
El divorcio está considerado como la segunda causa de gran estrés en el individuo. La primera es la muerte de un familiar cercano. En este contexto, la ruptura matrimonial no deja de ser una situación muy difícil, de duelo, de pérdida. Pero lo que más preocupa es el manejo que se le da a este proceso en relación a los hijos. Los estudios indican que aunque los hijos de parejas divorciadas tienen una mayor posibilidad de tener problemas emocionales, si el divorcio es bien manejado, no tiene que causar traumas en ellos. Esta circunstancia plantea un serio problema: la mayoría de las personas que se divorcian tienen un mal manejo del proceso, involucrando a los niños y preguntándoles si se deben divorciar o no, formando bandos, tú del lado de mamá y tu del lado de papá, hablando mal al niño de su madre o su padre... En este caso, los expertos aconsejan respetar la imagen del otro padre, del que se va,y viceversa. En todo caso, subrayan que un matrimonio imposible es más perjudicial para los menores que un divorcio a tiempo.