La historia en medio millón de carpetas

Decenas de metros de estanterías que ocupan el sótano del edificio policlínico del Hospital de León guardan la historia médica de León de las últimas décadas. Son prácticamente medio millón de carpetas -este año se alcanzará la cifra mítica- con la documentación médica y clínica de otras tantas personas, es decir, en estos anaqueles aparece toda la actividad asistencial de décadas de todos aquellos que en algún momento determinado han pasado por el complejo asistencial de León. El servicio, uno de los más sensibles del centro ya que en cualquier puede parar toda la actividad, mueve cada día más de tres mil historias clínicas, de las aproximadamente quince mil que se generan en el centro cada año. Además de estos legajos de continua utilización, en una nave de Carbajal de la Legua se encuentran almacenadas aquellas historias no activas, aquellas que no se han utilizado en los últimos dos años. Así es posible guardar toda la documentación ya que ningún papel se destruye, todo puede ser utilizado en un momento determinado para la confección de un informe o un estudio epidemiológico. Abierto todos los días La empresa que ahora se haga cargo del archivo se compromete a la apertura del servicio todas las horas, todos los días, para que en ninguna consulta falte el expediente necesario para la asistencia. La privatización, según la gerencia, permitirá poner en manos de técnicos especializados en historias clínicas un servicio de los más complejos, laboriosos y necesarios del centro sanitario. El almacenamiento ahora se realiza utilizando un código internacional de doble dígito terminal con un código de colores que facilita la localización a simple vista de los documentos y posibilita, del mismo modo, la detección de cualquier error en el almacenaje. En grandes carpetas marrones se incluye una copia de cada prueba que se hace al paciente, todos los informes de los facultativos y los detalles de las exploraciones. La codificación internacional que marca cómo se archivan las carpetas establece también cómo se elaboran las historias clínicas, un modelo que permite comprobar cualquier dato a veces con un simple vistazo. Confidencialidad Para garantizar la confidencialidad, las carpetas sólo muestran en la zona exterior el nombre del paciente y el número de historia clínica del centro. Únicamente en el caso de que el usuario participe en algún tipo de ensayo clínico se podría incluir una etiqueta identificativa especial. El centro sanitario, históricamente con problemas para el almacenaje de las historias, guarda toda la documentación generada en los hospitales San Antonio Abad, con actividad bisecular, Princesa Sofía, Virgen Blanca y Monte San Isidro. Aproximadamente 300.000 de las carpetas conservadas corresponden a las llamadas pasivas, aquellas que no se utilizan en un año.