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Cinco ciudades comunitarias participan en el proyecto Hychain, para alcanzar los objetivos del Protocolo de Kioto

León, pionera europea en usar vehículos de hidrógeno contra la contaminación

Dentro de quince años la utilización de este tipo de transporte será habitual en la UE

León

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«En el 2006 y 2007 se fabricarán los prototipos, y entre el 2008 y el 2010 se probarán los vehículos en condiciones de utilización reales» ÁNGEL SÁENZ, director de Ingeniería para Clientes Industriales en Europa de Air Liquid Dentro de dos años, el tiempo que tardarán en fabricarlos, algo más de veinte vehículos de hidrógeno circularán por León para desarrollar servicios públicos y sociales en un ambicioso proyecto piloto de la Unión Europea, que en sus primeros pasos se está convirtiendo ya en una referencia mundial de nuevas energías no contaminantes. La ciudad se integra así en el Proyecto Hychain, del que forman parte cinco municipios europeos, dos de ellos en Castilla y León: Soria y la capital leonesa. Cuatro regiones que se repartirán 158 vehículos (casi sesenta de ellos en la comunidad) y una red de distribuidores automáticos que permitirán analizar la eficacia de los sistemas para desarrollar a gran escala después este tipo de medios de transporte, y cumplir con los objetivos que la UE se ha marcado con el Protocolo de Kyoto. La iniciativa está coordinada por la empresa de gases industriales y medicinales Air Liquid, que hace hincapié en la «primicia mundial» de la experiencia. El coste total del proyecto es de 37,6 millones de euros, de los que la Dirección General de Energía y Transporte de la Comisión Europea financia 17 millones. En Castilla y León se invertirán alrededor de nueve millones de euros. A partir del 2008, León contará con una pequeña flota experimental de triciclos de carga, utilitarios para servicios, ciclomotores y sillas para minusválidos, que funcionarán con botellas de hidrógeno. «El hidrógeno como generador de energía es una solución alternativa muy prometedora. Consiste en utilizar una pila, que tiene un peso aproximado de un kilo, llena de hidrógeno. En combinación con el oxígeno del aire, el hidrógeno produce electricidad y únicamente emite como residuo agua. Un potencial fabuloso para obtener una energía limpia y que, además, es silenciosa». Ángel Sáenz, director de Ingeniería para Clientes Industriales Europa de Air Liquid, asegura además que el programa tiene como objetivo «crear nuevos nichos industriales en relación con el desarrollo del hidrógeno como energía, especialmente en los campos del transporte público y los vehículos pequeños». El proyecto se desarrollará, además de en Castilla y León (donde los responsables de Air Liquid destacan el interés de la Junta por participar en esta iniciativa, especialmente del director del Eren, Manuel Ordóñez), en las regiones de Ródano Alpes (en el área metropolitana de Grenoble); en la Emilia Romaña de Italia (en Módena) y en Emscher Lippe, en la Renania del Norte Westfalia de Alemania. Dentro de la autonomía española la ciudad de Soria desarrollará una parte importante del proyecto, como un paso más dentro del proceso que hace tiempo le llevó a convertirse en ciudad galardonada por su esfuerzo en la búsqueda del desarrollo sostenible; una evolución en la que desarrolla también investigaciones para convertirse en la ciudad del hidrógeno. Así, la capital soriana contará con varios vehículos y una flota de minibuses urbanos de transporte de viajeros, que le permitirá estructurar este servicio (del que carece actualmente) con la nueva energía. Además, en Soria se instalará un centro de formación «que permitirá a los ciudadanos familiarizarse con la utilización de hidrógeno, comprender mejor la fórmula para utilizarlo a diario y cómo manipularlo con seguridad y obtener todos los beneficios que puede aportar». Investigación en Valladolid Parte del proyecto Hycahin se desarrollará también, sobre todo en su primera fase (2006-2007) en Valladolid, donde se llevan a cabo las investigaciones para el dispensador de cartuchos de hidrógeno, entre otros componentes. En este caso no se ha elegido la ciudad por motivos del proyecto, sino porque las empresas que lo desarrollan tienen allí sus centros de investigación. Entre otras, además de Air Liquid, tienen participación en la iniciativa Besel, el Centro de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), Derbi, Rucker, la Universidad San Pablo-CEU, Domenech e Iberdrola. Todos ellos desarrollarán no sólo los vehículos híbridos (que utilizan simultáneamente una batería y la producción in situ de electricidad gracias a la pila de hidrógeno), sino las propias pilas y la infraestructura que permitirá a los usuarios acceder a los recambios. De momento, los responsables del proyecto mantendrán una serie de reuniones con el Ayuntamiento leonés, para que antes del verano se pueda definir ya qué servicios utilizarán los vehículos de hidrógeno, y cuáles serán sus rutas y usos. «A partir de ahí, se decidirá quiénes serán los usuarios y la infraestructura que necesitan», explica Ángel Sáenz. Los vehículos experimentales que circularán por León serán pequeños, por lo que podrán utilizar las botellas de hidrógeno convencionales. Los minibuses, en cambio, necesitan depósitos más grandes que llevan en el techo. Para el resto de los vehículos las botellas utilizarán el sistema que se ha denominado clip on , una nueva tecnología desarrollada y patentada por Air Liquid, que permite retirar y sustituir la botella gastada por otra llena con sencillez, rapidez y total seguridad. «Estas botellas de repuesto se instalan en un cuerpo del vehículo que sea fácilmente accesible, son muy ligeras y manejables y su uso sencillo para cualquier persona, porque serán los propios conductores quienes las cambien a través de un sistema de enganche. Luego, cambiarán las pilas vacías por otras llenas en las máquinas dispensadoras».

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