La policía de Marbella defiende suactuación?en la?muerte?de?un?británico

La policía local de Marbella defendió ayer a los agentes en la actuación que provocó la muerte de un ciudadano británico, mientras la autopsia practicada al cadáver del hombre no reveló las causas de su fallecimiento. El suceso motivó la detención de seis personas: dos ciudadanos -que han quedado en libertad sin cargos- y cuatro policías locales, que anoche continuaban declarando ante el juzgado número dos de Marbella, tras pasar la noche del lunes en dependencias policiales. La autopsia practicada al cadáver del hombre no ha revelado una causa concluyente de la muerte, ya que las lesiones halladas no son de entidad como para justificar el fallecimiento. Fuentes de la investigación aseguraron que la causa no se puede establecer sólo con la autopsia, por lo que habrá que esperar al resultado de investigaciones complementarias que se han solicitado. El jefe de la policía local de Marbella, Rafael del Pozo, subrayó ayer la «actitud violenta» del hombre que falleció y defendió la labor de los agentes, quienes, según él, cumplieron «su obligación». El suceso tuvo lugar el lunes por la tarde, cuando varios agentes de locales se personaron en la céntrica calle Camilo José Cela de la localidad marbellí, después de haber recibido dos llamadas alertando de la presencia de un individuo semidesnudo con actitud agresiva que insultaba a los viandantes, según fuentes del cuerpo de seguridad municipal.El hombre -de unos 50 años, aún sin identificar y del que sólo se conoce su nacionalidad británica- tenía una complexión corpulenta que dificultó su detención por parte de los agentes, que fueron ayudados por dos empleados de un hotel cercano, también puestos a disposición judicial por su presunta implicación. Según la policía, el fallecido no llevaba documentación y tan sólo vestía un pantalón de pijama. Al parecer, una vez que lograron vencer su resistencia y pudieron esposarlo, los agentes dieron parte a los servicios de emergencias porque mostraba signos de estar sufriendo un ataque, ya que echaba espuma por la boca y movía los ojos de forma extraña. Cuando llegaron los servicios sanitarios, el individuo ya había fallecido.