Los colectivos exhiben su profunda división en el cierre del congreso
Los continuos llamamientos a la unidad de las víctimas se quedaron en una declaración de intenciones. La jornada de clausura del III Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo de Valencia certificó la división entre los diferentes colectivos y el alejamiento cada vez más patente de la AVT de la política antiterrorista del Ejecutivo. Sólo la declaración final conjunta maquilló los desencuentros. La tensión acumulada durante dos días se desató en las últimas horas, coincidiendo con las intervenciones de Pilar Manjón, presidenta de la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo, y del comisionado Gregorio Peces-Barba, los dos ponentes más alejados de la tesis de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, a la que pertenecen la mayoría de los participantes del congreso. Manjón, increpada en los pasillos por algunos de los asistentes, denunció el «problema de pluralidad» de la reunión internacional y aseguró echar en falta «voces que hablen diferente». Los directivos del Congreso le replicaron de inmediato que «sólo un ciego o alguien que no quiera ver puede negar» que el encuentro ha sido «muy plural». La presidenta de la asociación de afectados el 11-M también aprovechó su asistencia al congreso para arremeter contra la AVT al anunciar que su colectivo ni acudirá ni respaldará la manifestación del próximo 25 de febrero en Madrid, convocada por esa asociación en contra de la política antiterrorista del Gobierno. Olvidar a los muertos La AVT no dejó tampoco pasar la ocasión para escenificar su desacuerdo con el alto comisionado, al que minutos antes había apoyado públicamente Manjón. La mayoría de sus 200 congresistas se negaron a asistir -con su presidente José Francisco Alcaraz a la cabeza- a la ponencia de Peces Barba sobre la reforma de la Ley de Solidaridad con las Víctimas del Terrorismo. Una vez comenzado el acto, una veintena de asistentes, la mayoría miembros de la AVT, abandonaron el pleno durante la intervención del secretario de Estado. Ya en los pasillos tomó la palabra la profesora de la Universidad del País Vasco Gotzone Mora, mientras se sucedían los gritos contra Manjón y Peces-Barba, para exigir al Gobierno la «desaparición» del alto comisionado y reprochar al Ejecutivo que sólo ofrezca a las víctimas «dinero» frente a su demanda de más «dignidad». Además, arengada por los presentes, la profesora recordó a Rodríguez Zapatero que «cuando un país olvida a sus muertos, éstos se vuelven contra ellos».