El presidente recibirá a las víctimas tras las críticas por no asistir a su congreso
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se reunirá mañana en la Moncloa con los responsables del III Congreso Internacional sobre Víctimas del Terrorismo celebrado esta semana en Valencia. Según informaron fuentes gubernamentales, el jefe del Ejecutivo quiere conocer de primera mano las conclusiones del encuentro internacional, entre ellas la creación de una red europea de víctimas del terrorismo. A este encuentro acudirá también la presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Maite Pagazaurtundua. La ausencia de Rodríguez Zapatero en el congreso internacional provocó duras críticas por parte del Partido Popular y de algunas asociaciones de damnificados del terrorismo. El Gobierno, sin embargo, defendió que estaba suficientemente representado con la presencia del Alto Comisionado de Apoyo a las Víctimas, Gregorio Peces-Barba, y del ministro del Interior, José Antonio Alonso. Zapatero alegó tener un compromiso para acudir al acto en homenaje al catedrático Francisco Tomás y Valiente. En la reunión convocada para el viernes, Zapatero quiere conocer las conclusiones del Congreso, hablar con sus organizadores y exponer su posición sobre la lucha contra el terrorismo. Mientras, el Alto Comisionado de apoyo a las víctimas del terrorismo, Gregorio Peces-Barba, afirmó ayer que su anuncio anticipado de que deja el cargo después del verano fue para que no se hicieran especulaciones y que todo lo que se cuente en torno a ello son invenciones. Peces-Barba, supercómodo Peces-Barba agregó, antes de participar en un acto en memoria y homenaje a las víctimas del atentado a la casa Cuartel de Zaragoza, que no está frustrado y que se ha sentido «supercómodo» en el puesto, desde el que se han hecho muchísimas cosas y van a seguir haciéndose. «¿Cómo me voy a ir frustrado?. Me voy lleno de satisfacción por haber ayudado a las víctimas», afirmó. El alto cargo explicó que si hubiera estado incomodo o mal se iría mañana, pero después del anuncio (realizado el martes), agregó, va a trabajar todavía más de nueve meses. «Se que a alguno les jorobará, por no decir otra cosa, pero qué les vamos a hacer», afirmó. «No me voy todavía», y esta anticipación, señaló, está vinculada a que no se hagan especulaciones sobre ello. Preguntado por los que opinan que la «utilización» por parte del PP de las víctimas de ETA podría haber pesado en su decisión, afirmó tajante que «los niveles de imaginación de la gente, si los empleasen, por ejemplo, en el arte, serían extraordinarios, tendríamos un país enormemente productivo». Recordó que él había quedado con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, en que su duración en el cargo sería como máximo de un año y tres cuartos o un año y medio. «Lo hemos alargado un poco hasta después del verano, y no tiene nada que ver, nada más que con que me quedan pocos meses de ser rector y estoy en el medio de una investigación sobre la historia de los derechos humanos», explicó.