El proceso tendrá dos fases y no habrá excarcelaciones masivas
El Gobierno está convencido de que la banda terrorista ETA no se limitará a emitir un comunicado de abandono definitivo de las armas, sino que hará una propuesta política ligada a una tregua indefinida. Ante esa eventualidad, se limita-rá a constatar la voluntad de ETA de avanzar hacia la paz, pero será muy difícil que sólo con la tregua se inicien las negociaciones. La resolución aprobada por el Congreso sólo faculta a Rodríguez Zapatero a dialogar con la banda si abandona definitivamente la violencia, y el presidente ya advirtió la semana pasada que el proceso será largo y no habrá precipitaciones. Así las cosas, mientras no llegue ese contacto directo, se abrirá otro proceso protagonizado por las fuerzas políticas vascas en una mesa en la que se incluirá a Batasuna, una vez que renuncie a la violencia. En ese escenario es donde se dibujará el verdadero proceso de paz. Cuando comiencen las negociaciones, según el plan diseñado por el Gobierno, no se negociará con los presos, pero se jugará con la política penitenciaria. En ningún caso se producirá una excarcelación masiva, sino que se tratará de un proceso largo. Los encarcelados Los presos con grandes condenas están a punto de cumplir sus penas y no sería necesario adelantar su salida de prisión. En cuanto al resto, se elaborará un calendario de puestas en libertad que, en función de la gravedad de las condenas, podría llegar hasta el 2012. Queda por definir si la banda terrorista ETA se someterá a lo que acuerden los partidos vascos, y si el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero aceptará que el futuro de Euskadi lo decidan los vascos, como quiere la otra parte, y que sería algo muy similar a la autodeterminación.