El Congreso equipara el papel del Rey el 23-F con el de otras instituciones

El Congreso aprobó ayer una declaración en el 25 aniversario del golpe de Estado del 23-F en la que se equipara la actitud mantenida aquel día por el Rey con la que sostuvieron los partidos políticos, la prensa, los sindicatos y la ciudadanía. La oposición de Esquerra Republicana de Catalunya, de Izquierda Verde (IU-ICV) y de Eusko Alkartasuna impidió que se aprobara el texto redactado inicialmente en el que se destacaba «sobre todo» la apelación del Rey «a los españoles y a las Fuerzas Armadas para que se atuvieran al cumplimiento estricto de su obligación». El texto había sido redactado por el vicepresidente del Congreso, el popular Gabriel Cisneros, uno de los padres de la Constitución y uno de los pocos diputados que estuvo secuestrado el 23-F y permanece en activo. Tanto ERC como IU-ICV y EA, a los que finalmente se unió el PNV, rechazaron que se hiciera una mención al «papel determinante» del monarca en el fracaso del golpe. Estos partidos cuestionaron igualmente que el texto aludiera a la vigencia de la Constitución. Finalmente, todos los grupos parlamentarios pactaron una redacción alternativa que da al papel del Rey el mismo valor que el de «las instituciones gubernamentales, parlamentarias, autonómicas y municipales» y que, junto a la «actitud ejemplar de la ciudadanía, el comportamiento responsable de los partidos políticos y de los sindicatos, así como el de los medios de comunicación» bastaron, según el texto, para frustrar el golpe». La declaración institucional sobre el 23-F fue impulsada por IU-ICV que propuso que fuera redactada por el presidente del Congreso, Manuel Marín. Éste a su vez delegó en Gabriel Cisneros, que elaboró un texto sumamente elogioso con la labor del Rey. Ante las protestas de los grupos minoritarios, Marín suavizó el texto pero mantuvo una alusión al papel determinante de la Corona. Pero tampoco esa redacción satisfizo a ERC, EA e IU-ICV. Al final, todos los grupos llegaron a un acuerdo ayer por la mañana que rebajaba de nuevo el protagonismo del Rey. Protestas Varios grupos expresaron sus protestas, en especial el PP. Pero los populares se avinieron finalmente al acuerdo para no impedir que se llevase a cabo la declaración institucional, que sólo puede aprobarse por unanimidad. Rajoy acusó al PSOE de «bajarse los pantalones» ante las exigencias de ERC e IU. Rajoy calificó de «vergüenza» y de «falta de respeto a la verdad y a la Historia» la declaración aprobada en el Congreso y apoyada además por su propio partido. Por el contrario, el portavoz de ERC, Joan Tardá, afirmó que el texto inicial presentado por Marín «olía a viejo y caduco». El diputado independentista tachó de «muy deficitario» el borrador porque manejaba conceptos «añejos».