La izquierda abertzale dice que ETA ya habla con el Gobierno La banda cree que su estrategia ha agudizado la «crisis de Estado»

La izquierda aberzale lo tiene claro: ETA va a declarar una tregua, pero aún tardará en hacer el anuncio algún tiempo. Las conversaciones que, según fuentes de la ilegalizada Batasuna, ya están llevando a cabo el Gobierno y la banda todavía tienen muchos flecos pendientes. «A día de hoy no parece que se den todavía las condiciones para la tregua ni para la apertura del proceso de paz, pero se están dando pasos importantes. Yo todavía no veo el momento maduro, pero el momento llegará», comentó a este periódico un miembro destacado de la izquierda aberzale. Según este mismo dirigente, todos los movimientos dados tanto por la banda como por el Gobierno en los últimos días hay que inscribirlos en ese proceso previo a la negociación, en un tira y afloja donde cada uno busca una posición de fuerza. Y en ese contexto, asegura, hay que entender el último comunicado de ETA. «A pesar de que se ha hablado mucho de que el comunicado del pasado domingo era un poco frustrante, basta con leerlo con atención para darse cuenta de que ETA reconoce que se están dando pasos adelante y deja entrever que ya se está hablando. Lo dice bien claro. Eso sí, también dice que esos pasos no son suficientes todavía», dice. El escenario Mientras esperan ese día D, en la izquierda aberzale todos sus representantes, empezando por Arnaldo Otegi, repiten una y otra vez la misma frase. «Lo importante -dicen- no es el anuncio de ETA, sino lo que venga después, el proceso de paz que traiga una solución negociada para el conflicto vasco». Y con la perspectiva de este día después de la tregua trabajan en la ilegalizada Batasuna. «Lo que nos hace ser optimistas y creer que este es quizás el momento en el que más cerca hemos estado de la solución del conflicto es que casi todas las fuerzas políticas, a excepción del PP, parece que estamos de acuerdo en la metodología, en la creación de la mesa de partidos», dice un dirigente navarro de Batasuna. Otras fuentes dentro aberzales realizan un análisis quizás más realista. «ETA sabe que un estado moderno occidental no se puede permitir negociar políticamente con un organización armada. Por eso da un paso al costado y lo deja en manos de Batasuna. Eso va a ser clave dentro de las negociaciones. Es la lección del proceso de paz irlandés, donde el IRA dejó las negociaciones en manos del Sin Feinn», dicen. La organización terrorista ETA señaló ayer que los dos años transcurridos sin atentados en Cataluña han sido positivos para su estrategia porque han «agudizado» la «crisis estructural del Estado español», han «revitalizado debates» y «motivado cambios en algunas posturas políticas». La banda decretó un alto el fuego circunscrito al territorio de la comunidad catalana en enero de 2004 para reforzar los «vínculos» políticos entre la izquierda abertzale y los grupos independentistas catalanes. Esas reflexiones de ETA forman parte de un comunicado de cuarenta páginas fechado en febrero, redactado en euskera y catalán, y remitido a la emisora Catalunya Radio. El documento repasa los objetivos de esa '¡minitregua para Cataluña, que son contribuir a su «proceso de liberación», fortalecer la relación entre las sociedades catalana y vasca y forzar cambios políticos. ETA subraya que el alto el fuego se sustenta en lo que considera tres «bases»: «solidaridad, respeto y no injerencia» entre catalanes y vascos en sus respectivos procesos. No obstante, recuerda que se reserva el derecho de atentar en Cataluña contra quienes considere «enemigos significativos del pueblo vasco», circunstancia que ya señaló en otro comunicado unas semanas después de anunciar esa minitregua. La banda reiteró que la clave para resolver el conflicto es la aceptación del derecho de autodeterminación. Junto a eso, insistió en que apuesta por «el diálogo como medio para acabar con este contencioso. El texto de ETA se conoció sólo una semana después de que la banda diera a conocer otro comunicado en el que solicitaba un nuevo «estatus político» para el País Vasco.