Rescatados 75 inmigrantes a la deriva entre Mauritania y Canarias
Setenta y cinco personas que viajaban en dos pateras que navegaban a la deriva en aguas de Mauritania fueron rescatadas ayer con vida. Las dos embarcaciones fueron avistadas por un barco italiano, cuya tripulación avisó a una patrullera mauritana. Los integrantes de ambas embarcaciones han sido trasladados a la gendarmería de la localidad de Emhaigratt, que se encuentra a unos 120 kilómetros al norte de la capital, Nuakchot, donde están recibiendo los primeros auxilios. La primera de las pateras había partido del puerto de Nuadibú el pasado domingo y había puesto rumbo a Canarias. Por un problema en los motores, la embarcación se perdió en medio de una mar embravecida que puso en riesgo durante más de 48 horas la vida de los subsaharianos. En esta embarcación viajaban 40 personas y todas han sido rescatadas sin daños. La segunda patera fue avistada pocas horas después llevando a bordo a 35 personas con un problema similar, aunque al parecer había salido del mismo puerto unas horas después. A la espera de más Según diversas fuentes, se calcula que puede haber entre 10.000 y 15.000 personas procedentes del África Subsahariana en las costas de Mauritania y el Sáhara esperando a poder embarcar en algunos de los «cayucos» que se preparan para traerlos hasta el archipiélago canario y desde aquí saltar a Europa. Los «cayucos» son embarcaciones similares a las canoas que cuentan con dos motores de 40 a 60 caballos. Por otra parte, España va a supervisar la implantación de un programa de la Unión Europea (UE), denominado «Sea Horse», que pretende luchar contra la inmigración clandestina. El plan se aplicara tanto en los países emisores de inmigrantes como en los de tránsito, especialmente en Marruecos y Mauritania. La iniciativa, que estará dotada de unos dos millones de euros, prevé la creación de patrullas mixtas de guardacostas españoles y mauritanos. En el plan participan España, Marruecos, Mauritania, Cabo Verde, Senegal, Italia, Alemania, Portugal, Francia y Bélgica. El aviso de peligro lo hizo el pasado martes una mujer que viaja a bordo y que disponía de teléfono móvil. Jaime Bará, responsable de Cooperación con África de la Cruz Roja, añadió entonces que los sistemas de salvamento marítimo en la zona eran «muy deficientes, por lo que no sabían si iban a llegar a tiempo o no». También indicó que toda la información disponible fue transmitida al barco-hospital Esperanza del Mar. «No sabemos dónde se encuentra, aunque sabemos que está por la zona», declaró Bará.