El Parlamento vasco, solidario con la viuda de Ramón Baglietto
El Parlamento vasco volvió a ser testigo de una mayoría poco frecuente. Los grupos del tripartito -PNV, Eusko Alkartasuna y Ezker Batua-IU- sumaron sus votos en la Comisión de Derechos Humanos a los de PP y PSE para sacar adelante una iniciativa en solidaridad con la viuda de Ramón Baglieto y concejala del PP en Azkoitia, Pilar Elías, quien vio como el asesino de su marido, el etarra Kandido Aspiazu, abrió una cristalería debajo de su casa tras salir de prisión. El Partido Comunista de las Tierras Vascas y la única diputada de Aralar se abstuvieron en la votación de un texto que considera a Elías «víctima del terrorismo» y que denuncia la «terrible injusticia» que soporta al «enfrentarse a diario con quien, sin haber mostrado el más mínimo arrepentimiento y sin haber hecho frente a las indemnizaciones debidas, asesinó a su marido». Con reticencias El tripartito dio su apoyo a la propuesta del PP con reticencias, ya que en principio defendía junto a Aralar una enmienda de totalidad, en la que además de solidarizarse con Elías, mostraba el compromiso del Parlamento vasco con «los derechos de todas las personas», en referencia al derecho de reinserción de Aspiazu, y hacía un llamamiento a la «reconciliación». Durante el debate de la iniciativa, los grupos que sustentan el Gobierno vasco decidieron respaldarla, mediante un gesto que no quedó exento de críticas al PP, y sacrificar así su enmienda para que pudiese plasmarse el apoyo de la cámara a Elías. El parlamentario popular Santiago Abascal se mostró sorprendido por la enmienda dado que su grupo había realizado «un gran esfuerzo» en presentar un texto que pudiese recabar el apoyo de todos los grupos y achacó el reparo inicial del triparto a respaldar la propuesta a tres factores: la consideración que se hace de Elías como «víctima del terrorismo», la mención a la falta de arrepentimiento de Aspiazu y la firma del PP. Tras preguntarse si «alguien ve lógico que después de 25 años» Aspiazu pueda instalarse debajo de la casa de Elías, Abascal calificó de «fría» una enmienda que consideró que «trata meter de tapadillo los derechos humanos que nadie niega a Aspiazu».