El Rey rinde homenaje a los miles de republicanos exiliados en Francia
El Rey rindió homenaje ayer en Toulouse a los miles de republicanos españoles que tuvieron que exiliarse en Francia al término de la Guerra Civil para huir de la represión franquista. En una recepción celebrada en la Prefectura de la ciudad, ante ancianos ex combatientes del bando republicano, emigrantes económicos llegados en los años sesenta y muchos jóvenes descendientes de ambos colectivos, don Juan Carlos evocó el «doloroso exilio» que siguió a la confrontación y a cuantos en él perdieron su vida. Fue un acto muy emotivo por la presencia de los veteranos de la Guerra Civil residentes en la región. Ya no quedan muchos. De los miles que había en los años cincuenta y sesenta, hoy quedan pocas decenas. Para ellos fueron las primeras palabras del monarca, que transmitió su «más afectuoso saludo a los supervivientes del largo y doloroso exilio que siguió a nuestra contienda civil, así como a sus familiares; sin olvidar a quienes ya no pueden estar con nosotros». Poco antes, en el ayuntamiento, el Rey agradeció en un almuerzo la acogida que los tolosanos brindaron a los exiliados, que en la ciudad «desarrollaron su vida familiar plenamente integrados en la sociedad tolosana». «Su esfuerzo y su recuerdo merecen nuestro reconocimiento», recalcó. Según datos del Ministerio del Interior francés, 668.000 españoles cruzaron la frontera gala en 1939, de los que unos 200.000 regresaron a España en los dos años siguientes. Por haber amparado a miles de compatriotas -al menos 80.000 de sus habitantes, el 15 por ciento, son de origen español- don Juan Carlos definió a Toulouse como «la más española de las ciudades francesas». Su anfitrión, el alcalde Jean-Luc Moudenec, abundó en la idea y recordó ante el monarca que su ciudad fue la «capital de la República española exiliada en las horas sombrías de la dictadura franquista». Más agradecimientos El ministro galo de Exteriores, Phipippe Douste-Blazy, rememoró con don Juan Carlos el sufrimiento de los exiliados en los campos de reclusión franceses tras cruzar la frontera: «Las durísimas condiciones de su internamiento, cuando lo que buscaban era la libertad, no pueden olvidarse y forman parte de nuestra memoria colectiva. Todos cuantos sufrieron aquellos momentos merecen que hoy les rindamos homenaje», afirmó. Douste-Blazy agradeció, además, la ayuda de muchos de esos republicanos en la Segunda Guerra Mundial para liberar a Francia de las garras de Hitler. «¿Cómo no recordar que el primer tanque francés que entró en París estaba conducido por españoles?», preguntó. A los actos asistieron también numerosos emigrantes llegados a Toulouse a partir de los años sesenta en busca de prosperidad. A estos, el Rey les dedicó un «recuerdo lleno de cariño» por haber salido de España «en difíciles circunstancias» para abrirse camino «dando un ejemplo de integración , sin perder por ello su identidad, su lengua y su cultura».