Un cortocircuito es la causa más problable del incendio de la residencia de ancianos de Valencia
Un cortocircuito podría ser la causa del incendio registrado el martes por la noche en la residencia San Lorenzo de Brindis, en la localidad valenciana de Massamagrell, donde se alojaban unos 120 internos, entre ancianos y enfermos mentales. Así lo han apuntado fuentes de la subdelegación del gobierno en Valencia, que señalaron que la investigación se centra ahora en los materiales que había en la enfermería, utensilios médicos como colchones antiescaras, toallas, gasas y botes de alcohol altamente inflamables y que ayudaron a la rápida propagación de las llamas. El subdelegado del Gobierno en Valencia, Luis Felipe Martínez, apuntó que «la versión no es sólo la de los jueces sino también el análisis del material que hay para saber cuáles son las causas objetivas del incendio». En el incendio murieron cinco personas con problemas de movilidad y cuya edad aún no se ha determinado. El resto de los internos pudo volver anoche a sus habitaciones tras el incendio, excepto 30 pacientes que tuvieron que ser realojados en un convento cercano por sus problemas de movilidad, ya que van en silla de ruedas. A partir de las nueve de la mañana de ayer varios microbuses les volvieron a trasladar desde el convento hasta sus habitaciones en la residencia. Esta mañana aún podía verse la ventana completamente calcinada de la enfermería, donde se originó el fuego, y varios agentes de la Guardia Civil tomaron muestras y fotografías del centro. «Ha sido un accidente», dijo hoy la consejera de Bienestar Social, Alicia De Miguel. Las cinco autopsias se practicaron a primera hora de ayer en el Instituto Anatómico Forense de Valencia, donde un equipo de psicólogos atendió a las familias. El juzgado número 3 que lleva el caso ha ordenado que se practiquen pruebas de ADN para determinar las identidades de los cinco fallecidos.