«Desde el 2000, el rebeco ha caído en picado»

«Las poblaciones de rebeco cayeron en picado desde el año 2000, cuando se empezó a extender la sarna por el valle de Sajambre», admitió el alcalde de Oseja, Antonio Mendoza, profesionalmente vinculado al control de esta epidemia por su condición de celador del Parque Regional de Picos de Europa. La imparable propagación del parásito entre los ungulados silvestres, según el regidor, tiene parte de su origen en la escasa respuesta que dio Asturias a este problema, «dejando morir a los rebecos enfermos en vez de fomentar su abatimiento». Este tipo de controles sí se llevaron a cabo en la vertiente leonesa. «La eliminación de animales enfermos evitó muchos contagios», afirmó el primer edil de Oseja. El efecto visual del avance de la sarna descrito por Mendoza se parece a una gran mancha que progresa hacia la macizo más oriental del parque nacional. Según él, en las áreas más afectadas de Riaño no quedará ni un 20% de la población que había antes de la infección.