La presa de Casares quintuplicará desde octubre el volumen actual del embalse

La dirección general de Obras de Aguas del Duero, sociedad perteneciente a la Confederación Hidrográfica del Duero dio ayer por finalizadas las obras de la presa de Casares de Arbás, con la implantación del Plan de Emergencias que ya tienen a su disposición los vecinos de las zonas colindantes, a los que se expuso el asunto para prevenir el riesgo de inundaciones o de fallos en la contención del agua. Al acto acudieron el director de la obra, Pablo Jiménez, la responsable de comunicaciones, Marian Noguerola, y otros técnicos de la empresa estatal, además de un nutrido grupo de voluntarios de Protección Civil de La Pola de Gordón, encabezados por su presidente, José María Caamaño. La estructura comenzará a funcionar el próximo otoño, tras superar de forma satisfactoria la prueba realizada ayer para posibles emergencias. El único problema que se plantea actualmente radica en que, para que Aguas del Duero pueda empezar a embalsar la presa de Casares, falta «la instalación de la línea eléctrica por parte de REE» en palabras del propio presidente. Las obras se han iniciado esta semana, y la previsión para poder llevar a cabo las labores de embalse pasan por cumplir los plazos previstos, que se extenderán algo más allá del verano, por la falta del líquido elemento. Tramitación compleja La instalación de la línea eléctrica mencionada, según Pedro Jiménez «conlleva la tramitación de diversos asuntos de corte un tanto complejo por parte del Ministerio de Industria, que es quien tiene que dar viabilidad al proyecto». La empresa, en cualquier caso, ha abonado ya los cánones correspondientes a la ejecución de la línea, pero la última palabra tiene que pronunciarla aún REE. La capacidad del embalse se eleva tras las obras hasta los 37 hectómetros, tras la construcción de un muro de casi 50 metros de altura por 145 de longitud, que permitirá realizar un desembalse que quintuplica la actual capacidad, que se cifra en 7 hectómetros cúbicos.