La comisión gestora estará formada por un equipo de 16 personas con un perfil técnico
Un independiente presidirá la gestora del Ayuntamiento de Marbella
PSOE, PP, IU y PA se reúnen mañana para seleccionar a los candidatos y pactar el reglamento
La Diputación de Málaga ha comenzado ya a perfilar la comisión gestora que regirá el Ayuntamiento de Marbella tras la disolución del consistorio. Según avanzaron ayer los partidos políticos, la gestora estará formada por 16 vocales (6 para el PSOE y PP, respectivamente, y otros 2 para PA e IU). El perfil de sus integrantes será preferentemente técnico, por lo que no se descarta la incorporación de personas provenientes del mundo de la Administración. El presidente será una persona sin vinculación política. Los grupos se reunirán el próximo lunes para empezar a buscar candidatos y consensuar el reglamento de funcionamiento de la gestora. El presidente de la Diputación Provincial de Málaga, Salvador Pendón (PSOE), mantuvo reuniones bilaterales con los representantes de las distintas formaciones políticas, en las que se abordó el número de miembros que compondrán la gestora, que tendrán una labor «heroica», según el PP, «porque va a ser un año muy intenso». La propuesta, que tiene en cuenta la proporcionalidad política en la entidad provincial e incluso en el Ayuntamiento que salió de las pasadas elecciones, ha sido bien acogida por todas las formaciones, excepto por el PA, que reclama una mayor presencia. Sin alianzas Pendón explicó que se ha optado por un número par con el fin de «trasladar a los ciudadanos la idea de que se huye de la tentación de que una posible alianza favorezca una mayoría absoluta en el seno de la comisión». Así, insistió en que «no se crea una corporación local con gobierno y oposición, sino que toda la gestora en su conjunto se va a convertir en un gobierno local». En este sentido, la intención de los partidos es que los asuntos sean «abordados por unanimidad y todo se adopte por consenso». Pendón incidió en que «se está creando un órgano de gobierno que va a tener la obligación de administrar asuntos ordinarios, que admiten muy pocas interpretaciones», por lo que apuntó que «esa necesidad de consenso probablemente se incluya en el reglamento de funcionamiento». Sobre la procedencia de los vocales, el responsable de la Diputación se remitió a un informe elaborado por los servicios jurídicos del organismo en el que se aclara que no es necesario que los integrantes tengan que estar empadronados en el municipio. Técnicos Además, resaltó la necesidad de que los integrantes del nuevo órgano tengan «un acusado perfil técnico». Esta característica se justifica en la situación «casi de penuria del Ayuntamiento», según Pendón, quien adelantó que se pedirá al Ministerio de Administraciones Públicas un informe sobre el carácter de los vocales de la gestora y la posibilidad de que se equipararen a los cargos públicos, con el fin de que puedan obtener alguna excedencia especial en sus trabajos. Asimismo, se ha presentando a los partidos un informe jurídico que indica que no es requisito imprescindible estar empadronado en Marbella para estar en la gestora, «al ser asimilables las circunstancias a los requisitos necesarios para ser candidato en elecciones locales». Mientras, para el cargo de presidente de la gestora se apuesta por «una persona de afiliación política independiente, de autoridad moral incontestable y clara referencia social». A cuatro bandas Según avanzaron los representantes de las distintas formaciones políticas, el próximo lunes se producirá una reunión a cuatro bandas entre los representantes políticos de Diputación en la que se empezará a redactar el reglamento que determinará las funciones de la gestora, dado que como reseñó el representante del PP, Joaquín Ramírez, «ahora estamos trabajando en tierra de nadie, ya que la situación no tiene precedentes y por tanto, lo legislado es mínimo». Las previsiones son que su constitución formal se produzca inmediatamente después de Semana Santa, aunque Pendón no quiso dar ningún plazo firme «porque lo más adecuado sería cumplir el proceso de manera ordenada y pausada en vez de agobiarnos con los tiempos». «Tenemos un plazo de 30 días desde el pasado viernes, pero el buen sentido aconseja que cerremos el proceso lo más rápido posible», aseguró.