Podría pedir al Congreso que apoye el diálogo con la banda en el debate sobre el estado de la nación
Zapatero deja que el Rey represente a España para dedicarse de lleno a la paz
Había limitado ya al máximo sus viajes para que la tregua de ETA no le pillara fuera como a Aznar
José Luis Rodríguez Zapatero ha cedido al Rey Juan Carlos y a su ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, el protagonismo en la representación exterior de España. El diálogo con ETA será la prioridad absoluta para el jefe del Ejecutivo en lo que resta de legislatura. Una circunstancia que le urgió a acometer el 7 de abril su primera remodelación de Gobierno, pensada para abordar el proceso de paz, y que le ha obligado a alterar su agenda y a aparcar algunos asuntos internacionales. El presidente, que esperaba desde hace meses el anuncio de los terroristas, había limitado al mínimo obligatorio sus viajes al extranjero para que la declaración de tregua no le sorprendiera fuera de España, como le ocurrió a su antecesor José María Aznar. De ahí que en el 2006 sólo haya realizado una visita a Bruselas en el último Consejo Europeo. Sus salidas a partir de ahora también serán escasas. Aunque el presidente del Gobierno ha optado por dedicarse por entero a la agenda interna y al proceso de paz en el País Vasco, fuentes diplomáticas aseguran que siempre toma «la última decisión» en las cuestiones internacionales. Mientras que el jefe del Ejecutivo gestiona los principales asuntos desde Madrid, don Juan Carlos y doña Sofía han realizado visitas oficiales a Vietnam, a Francia y también un complicado viaje a Arabia Saudí. Una intensa agenda internacional que proseguirá. A pesar de no salir al extranjero, Zapatero habla por teléfono varias veces al día con Moratinos, y siempre toma «la última decisión» en los asuntos diplomáticos. «Él capitanea la política exterior, pero la ejecuta el ministro de Exteriores», explican. El apoyo de todos Zapatero estudia solicitar el apoyo del Congreso de los Diputados para dialogar con ETA durante el debate sobre el estado de la nación que el Ejecutivo convocará esta primavera. Zapatero sopesa pedir el aval de la cámara baja para abrir el diálogo con ETA en el mismo pleno sobre política general. El presidente se comprometió en el último debate de la nación a comparecer ante el Congreso si la banda declaraba un alto el fuego y, tras el comunicado de los terroristas, aseguró que informaría a la cámara antes del verano sobre la veracidad de la tregua. La decisión no está tomada, pero los partidarios de unir el debate de política general y el del alto el fuego argumentan que no es razonable convocar dos plenos de tanto calado en tan poco tiempo. Ven con buenos ojos que en el debate más importante del año el Gobierno siente las bases del diálogo con ETA y trate de recabar el apoyo de todos los grupos y, sobre todo, el del partido de Rajoy. Destacados miembros del PSOE y del Gobierno son pesimistas y desconfían de la tregua entre Rajoy y Zapatero. Temen que Acebes o Zaplana presionen al jefe de la oposición para que vuelva a la lucha partidaria y trate de desgastar al presidente cuando anuncie su intención de dialogar con la banda. En La Moncloa pensaban convocar el debate de la nación el 8 y 9 de mayo, pero esta previsión se retrasa. Los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado necesitan tiempo para comprobar si el alto el fuego es real y si las cartas enviadas a empresarios navarros son de ETA. El debate podría fijarse para la última semana de mayo o, incluso, para junio. El lehendakari, Juan José Ibarretxe, aprevechó su discurso en el Aberri Eguna (Dia de la Patria Vasca) para afirmar que «la Constitución de los vascos son los derechos históricos, la única Constitución del pueblo vasco en la Constitución formada por los derechos históricos del pueblo vasco que ampara y respeta los textos constitucionales». Ibarretxe se aseguró de afirmar que dichos derechos «están reconocidos en la Constitución» española y añadió que «cualquier solución vendrá de su actualización y desarrollo». La fiesta nacionalista se ha celebrado por primera vez desde 1998 sin la violencia de ETA pero al igual que entonces las cuatro formaciones -PNV, EA, la ilegalizada Batasuna y Aralar- lo han hecho por separado La referencia central fue el alto el fuego permanente de ETA. Ibarretxe e Imaz dieron por segura la desaparición de la violencia y la apertura del proceso político que acompañará al fin del terrorismo. Los Reyes, los Príncipes de Asturias con la Infanta