La afluencia de turistas en Semana Santa se ha triplicado en una década

Pasado el Domingo de Resurrección, León se toma un respiro. La ciudad se sacude las multitudes y vuelve a la normalidad, los negocios hacen balance del resultado de los días en que la provincia está más concurrida y los políticos diseccionan el éxito de los días de la Pasión en busca de fórmulas que permitan rentabilizar y prolongar en el tiempo los atractivos gastronómicos y culturales que acompañan al tirón de las manifestaciones religiosas, para consolidar al turismo como motor económico provincial. De momento, el balance es en general muy positivo. Lleno hasta la bandera en los días del puente festivo, tanto en los establecimientos de la capital como en las principales localidades provinciales, en el turismo rural y en la estación de San Isidro. Y buena caja también en los comercios, especialmente aquellos relacionados con la gastronomía tradicional. El turismo, sobre todo nacional, pasa la Semana Santa en León dejando la cámara de fotos aparcada cada poco para hacer un alto en el que llenar el estómago y saciar la sed. Este año se pasó poco frío. Hambre, ninguna, como ya es tradicional. «La Semana Santa leonesa va a más», explica el concejal de Turismo de León, Jesús Cantalapiedra, quien recuerda que en los últimos diez años han abierto en León once hoteles de tres y cuatro estrellas, más los inaugurados en los alrededores de la capital. «Y aún así, el lleno está siempre asegurado. Tanto que se podría decir que el número de turistas que llega hoy más que triplica el de hace una década». Cantalapiedra se felicita también de que las promociones turísticas de la ciudad estén rompiendo con la tradicional estacionalidad, de forma que «incluso en el pasado mes de febrero, un mes tradicionalmente malo, algunos hoteles tuvieron una ocupación del 70%». El concejal se queja de que los cálculos sobre pernoctaciones incluyan a todos los establecimientos provinciales, «incluso a campings, que en el invierno están cerrados, lo que modifica las cifras». Desde la Asociación Provincial de Restauración, Hostelería y Afines, por su parte, se destaca que se repite el esquema de todos los años: lleno el puente y menos afluencia que una semana normal entre lunes y miércoles. Eso sí, el tiempo este año ha colaborado y las reservas se han mantenido.