«Esto es un trabajo más; yo de aspiraciones políticas, nada»

Funcionario de carrera, Florentino Rodríguez dejó su Cepeda natal a los 16 años para trabajar en diversos ayuntamientos hasta que hace diez años recaló en el de Marbella, del que ayer fue designado por la Diputación de Málaga como uno de los 16 miembros de la comisión gestora que deberá hacer funcionar el consistorio hasta las próximas elecciones. -¿Qué hace un leonés en este fregado? ­-Pues ya ves; yo preferiría estar en Palaciosmil, mi pueblo, que es precioso, pero esto es un trabajo más. Así me lo tomo. -¿Qué parte tiene de reto y que parte de embolado? -Sí que es en cierta medida un reto, porque es la primera vez que se da un caso así en España y no hay referentes hacia los que mirar, y aunque la ley contempla la posibilidad de disolver un ayuntamiento, la verdad es que apenas desarrolla cómo se debe actuar. -¿No le da un poco de vértigo que todos vayan a mirar con lupa lo que haga la gestora? -No cabe duda que será un referente que se va a estudiar en el futuro, pero yo estoy muy tranquilo. Hombre, lo que no vamos a hacer es meternos en grandes fregados, pero un ayuntamiento tiene que funcionar; hay que recoger la basura y regar los jardines para que no se sequen, y eso quien lo hace posible son los trabajadores del Ayuntamiento, que van a seguir trabajando exactamente igual. -¿A usted le ha propuesto el Partido Andalucista, verdad? -Sí. Ha sido un consenso entre el PSOE, el PP, IU y el Partido Andalucista en la Diputación, pero yo ni tengo carné de ningún partido ni lo tendré. Esto es un trabajo más; yo de aspiraciones políticas, nada. -¿Qué área le ha tocado llevar? -Medio Ambiente, que engloba además parques, playas y pesca. -¿Viene a menudo a León? -Mucho menos de lo que quisiera, pero siempre voy en verano y en navidad. Mis padres aún pasan allí siete u ocho meses al año. Mi padre es un artista con la madera, hace auténticas virguerías. -Me han dicho que además de ser leonés, ejerce siempre que puede. -Sí que es cierto; siempre traigo orujo, cecina y productos de por allí, y a los amigos de aquí les encantan. Además, aquí en Marbella hay muchísimos leoneses; conozco a hosteleros, policías locales, médicos... lo que pasa es que los leoneses somos muy callados y no nos dejamos notar, pero te acabas enterando al hablar con la gente y somos muchos.