Aclamado por 20.000 personas, asegura que cuando llegue la paz «será mérito de todos»
Zapatero dice que el PP no anulará las nuevas leyes si llega al Ejecutivo
Celebra los dos años de gobierno en un mitin en el que no citó el ataque a un concejal en Navarra
«No devolverán la estatua de Franco a su pedestal». José Luis Rodríguez Zapatero resumió ayer así su convencimiento de que «la derecha» no derogará las leyes que está aprobando su Gobierno cuando llegue al poder. En un multitudinario mitin celebrado en el Palacio de Vistalegre para festejar los dos años de gobierno del PSOE, Zapatero aseguró que los «profetas del desastre», como calificó a los populares, no sólo no derogarán sus leyes, sino que se apropiarán de ellas. «Os puedo asegurar que nunca volverán a llevar a los soldados adonde no quieran los ciudadanos, no derogarán los estatutos de autonomía de nueva generación, ni la ley que reconoce el matrimonio entre homosexuales, ni la Ley de Igualdad», concluyó. Laureles Cerca de 20.000 personas, según los organizadores, arroparon al presidente en un acto que supone el inicio de una campaña en la que el PSOE explicará «sin temor» la labor del Gobierno en estos dos años. «No vamos a caer en la autocomplacencia ni a dormir en los laureles, pero tampoco nos van a arrebatar la satisfacción por el trabajo hecho», dijo Zapatero, que negó que, «como algunos han dicho», el Ejecutivo haya ido «deprisa y tomado demasiadas decisiones». «No es que vayamos deprisa, es que otros siempre se quedan atrás», afirmó. Invitó al PP a sumarse a las medidas sociales de su Gobierno para no perder «el tren del progreso» y para «recuperar el tiempo que hicieron perder a España». Durante su intervención, constantemente interrumpida por los aplausos, el líder socialista defendió el nuevo Estatuto de Cataluña y las otras reformas pendientes porque con ellos, dijo, «la España plural será más auténtica». Explicó que las mayores cuotas de autogobierno «no deben dar miedo a quien tiene confianza en la democracia y en la gente». Por ello invitó a «no convocar al enfrentamiento», sino a «dialogar, respetar y entender», al tiempo que mostró su orgullo de que haya «17 banderas y 17 comunidades» porque esos Gobiernos son también «Gobierno de España y para España». El jefe del Ejecutivo dedicó una buena parte de su discurso al inminente proceso de paz en el País Vasco, pero no se refirió en ningún momento al ataque perpetrado un día antes en Navarra contra un concejal de Unión del Pueblo Navarro, al que quemaron su comercio de ferretería. Se limitó a asegurar que en España «cabe todo el mundo, todas las ideas» y todas son «respetables» excepto la violencia, «tenga la manifes-tación y el alcance que tenga», y que no se puede tolerar «en ningún caso, en ningún sitio». Instó a sumar esfuerzos para el fin de la violencia porque «la paz se hace entre todos y cuando llegue será mérito de todos». En referencia al incipiente proceso de pacificación, indicó que «hacer la paz exige tanta valentía como prudencia, tanta firmeza como generosidad, tanta unidad como lealtad, y exige también honrar la memoria de las víctimas del terrorismo». «Os puedo asegurar que nunca volverán a llevar a los soldados adonde no quieran los ciudadanos» J.L. RODRÍGUEZ ZAPATERO Presidente del Gobierno