Los otros y el pedrusco

ENTRE el pedrusco que casi magulla a Herrera, pero que al final fue a parar a la pobre jefa de Protección Civil de la comunidad, y el congreso de los «otros», los chascarrillos de los militantes de la UPL iban subiendo de tono. Bufones y «frikies» fueron las palabras más suaves dedicadas a los integrantes del partido de De Francisco, al que seguro que por la tarde le pitaron muchos los oídos. «¿Es verdad que me dio caña Pelines»?, inquirió Otero a los periodistas para saber a qué atenerse. «¿No es bonito protagonizar dos congresos, el nuestro y el otro», añadió en forma de pregunta retórica, que no tuvo respuesta. En una vuelta de tuerca más, una enmienda incorporará al proyecto de Estatuto de la UPL para la comunidad que la Junta y otras instituciones acepten documentos en Lleunés (también con versión en castellano). Menos mal, porque haría falta un ejército de traductores. La entrega del 10% de los sueldos de los cargos y personal de confianza no fue muy bien recibida, pero todo sea por la causa. Por lo menos una gaita y una tarta se acordaron de los quince años de estos leonesistas.