Más de 40 extranjeras fueron víctimas de delitos vinculados al tráfico de personas

El tráfico de seres humanos y otros delitos derivados como la trata de personas, la explotación sexual o las coacciones y amenazas -causa y efecto de la prostitución- son ya materia habitual en los juzgados y en los despachos policiales de León. La Guardia Civil detuvo el año pasado a siete personas relacionadas con este tipo de delitos en un conjunto de operaciones que logró desarticular varias redes mafiosas con 44 víctimas, todas ellas mujeres y, excepto una, extranjeras. Por su parte, la Policía Nacional aplica exhaustivos controles de extranjería desde hace varios años, sobre todo para erradicar la prostitución callejera, fenómeno éste último que también cuenta con la vigilancia de la Policía Local de León en todo lo relacionado con seguridad ciudadana. En cuanto a los Juzgados, la frecuencia de diligencias abiertas como consecuencia de delitos relativos a la prostitución y la corrupción de menores ya permite definir cómo son las situaciones tipo, para las que el Código Penal establece «penas monumentales», explica el juez decano de León, Juan Carlos Suárez Quiñones. Situación tipo El denominador común de las redes destapadas hasta ahora en León se escenifica en un club de carretera en el que ejercen la prostitución varias mujeres, en su mayoría extranjeras cuya situación administrativa no está regularizada. Detrás de ellas nunca hay una sola persona. Casi siempre colaboran varios hombres con mayor o menor intensidad, aunque a menudo cuentan con el apoyo de mujeres que se han ganado su confianza y que han colocado en puestos de responsabilidad, como camareras o encargadas de los locales. En casi todos los casos judiciales vistos en León el grupo desarticulado estaba vinculado a organizaciones extranjeras de mayor magnitud. Tal y como coinciden el juez Suárez Quiñones y uno de los responsables de la Policía Judicial de la Guardia Civil de León, el detonante de las diligencias es el chivatazo de una mujer que logra escapar de este tipo de clubes. Inmediatamente se le aplica el estatuto de testigo protegido -en ese momento se convierten en la base de las investigaciones- y se le proporciona un lugar de acogida. A cambio, su colaboración permite intervenir a las fuerzas de seguridad. Tres chivatazos, siete detenidos Curiosamente, la defensa de la mayor parte de los imputados es siempre la misma: que las mujeres están hospedadas en los hostales y que alternan voluntariamente para repartirse después el sueldo. Sin embargo, en muchos casos se ha logrado probar que la inexistencia de papeles se convierte en el principal elemento de coacción, además de las amenazas contra los familiares a través de los enclaces que los grupos organizados tienen en los países de origen. El año pasado, la Guardia Civil de León abrió tres diligencias gracias a las denuncias de otras tantas mujeres que eran obligadas a prostituirse. De los siete detenidos, cinco eran españoles, mientras que 43 de las 44 víctimas eran inmigrantes. Ruta de entrada: Francia-Bilbao La ruta de entrada descrita por efectivos de este cuerpo sitúa la puerta de acceso de las redes en Holanda y Francia, para introducirse después en España a través de Bilbao. Junta al tráfico de armas y de drogas, la prostitución es el negocio clandestino más rentable -entre 5 y 7 billones de dólares de beneficio, según la ONU-. Y también uno de los más castigados. Los artículos 187 a 191 y el 318 (bis) del Código Penal penan hasta con 22 años y medio de cárcel delitos relacionados con el tráfico de seres humanos para fines sexuales.