El viejo oficio, enmascarado como una actividad económica turística, conformaría una de las mayores empresas de León
400 prostitutas generan un negocio de 14 millones en los 40 clubes de alterne
Las mujeres rumanas dejan paso a las que llegan de Venezuela y Brasil sin papeles, pobres y con cargas
«Todos los casos judiciales son especialmente crueles porque se trata de mujeres que en pleno siglo XXI están privadas de su libertad y son obligadas a tener relaciones sexuales; se socava hasta lo más mísero» JUAN CARLOS SUÁREZ QUIÑONES, juez decano de León La prostitución se ha convertido ya en una de las primeras empresas de la provincia por volumen de negocio y actividad. Los datos que manejan los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado en León hablan de un censo de 40 locales de alterne -30 en la demarcación de la Guardia Civil y otros diez en las ciudades de León y Ponferrada-, en donde 400 mujeres, 280 de ellas en clubes de carretera, ofrecen sexo por dinero, práctica que mueve al año entre 12 y 14 millones de euros, según la misma fuente. Después de sociedades como la Minero Siderúrgica de Ponferrada o El Árbol, es díficil recordar en León una empresa en la que haya tantas trabajadoras o exclavas, conceptos a aplicar dependiendo de la visión con que se mire la prostitución. Un ejemplo: Antibióticos, buque insignia de la industria leonesa durante años, tiene poco más de 300 trabajadores. Al margen de estos datos están los referidos a la prostitución callejera y a los pisos de relax. Sólo la sección de anuncios breves de este periodico ofrece diariamente 97 teléfonos particulares y móviles de mujeres, travestis y hombres que ejercen el viejo oficio fuera del circuito de los clubes, lo que puede dar una idea del lucro que genera globalmente este negocio clandestino. La inexistencia de una regulación sobre la actividad permite a los empresarios «solapar sus locales como hostales, moteles o pensiones», admite el jefe de Turismo en la Junta, Emilio Tuñón, sección que concede las licencias administrativas a estos negocios. Mujer extranjera con hijos Las investigaciones de la Policía Judicial de la Guardia Civil de León permiten aventurar el perfil de las prostitutas que alternan en clubes y, por primera vez, particularmente las que lo hacen en León. Se trata de mujeres de muy diferentes edades que proceden, principalmente, de Venezuela, Paraguay, Rumanía y Brasil. Anotan lo que ganan oficialmente en cuadernos o libretas -la media está entre 600 y 800 euros a la semana- y suelen deshacerse del dinero rápidamente enviándolo a los familiares que tienen en los países de origen. Mayoritariamente no tienen papales, son pobres, con cargas familiares y, en ocasiones, tienen formación cualificada. Aunque León «no es una buena plaza» -la Guardia Civil asegura que Logroño o Galicia son mucho más lucrativas-, la prostitución no ha descendido durante los últimos años. «La situación está estabilizada y lo único que cambia son las nacionalidades, con mayoría de latinoamericanas frente al éxodo masivo de mujeres que se produjo hace dos años en los países del Este de Europa», explica uno de los responsables de la Benemérita. De los 40 clubes de alterne que operan en León, sólo cuatro se han integrado en la Asociación de Empresarios de Locales de Alterne (Anela), defensora a ultranza de regular la prostitución.