Los más pesimistas no creen que la coalición aguante hasta la celebración del referéndum
El PSC da por muerto el tripartito y ya se plantea el adelanto de las elecciones
Montilla admite que el «no» de ERC al Estatut pone en aprietos al Gobierno de Maragall
Los socialistas catalanes creen que el «no» de Esquerra Republicana de Catalunya al Estatuto ha dado la puntilla al Gobierno de la Generalitat y ven inevitable disolver el Parlament después del referéndum de junio. La Ejecutiva del PSC estudiará este lunes, en una reunión convocada con carácter extraordinario, cómo afrontar la situación creada tras el rechazo definitivo de ERC a la reforma estatutaria, aunque la mayoría de sus componentes estiman que el tripartito ha quedado herido de muerte. El secretario general del PSC, José Montilla, admitió este sábado por primera vez que la actitud de los republicanos «pone en dificultades al Gobierno catalán». El ministro señaló en Oviedo que «no se puede ocultar que es un problema que uno de los socios de la coalición tenga una posición negativa hacia el texto», aunque no quiso hablar de elecciones anticipadas y desvió la cuestión con la explicación de que «las legislaturas están para cumplirse» y «la ciudadanía en estos momentos no está por eso». Sin embargo, Montilla ha comentado a algunos de sus colaboradores y compañeros de Gobierno que la situación política catalana es grave y no tiene otra salida que la convocatoria de elecciones. Fuentes cercanas al ministro señalan que también trasladó este punto de vista al presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, en la cena que ambos mantuvieron el jueves en Barcelona y que lo mismo explicará el lunes a su compañeros de la dirección del PSC. Compromiso roto La mayor parte de los dirigentes del PSC comparten el diagnóstico de Montilla. Los socialistas catalanes sostienen que el acuerdo con ERC ha «llegado al límite» tras su opción por el 'no' en el referéndum, que ha roto el compromiso que en su día adquirieron Carod Rovira y Puigcercos con Maragall de que en ningún caso el partido republicano votaría en contra del estatuto. Algunos miembros de la ejecutiva del PSC estiman, además, que no puede mantenerse un pacto de gobierno con un partido en el que sus bases hacen saltar por los aires los acuerdos de la dirección. Y los hay que mantienen que Maragall debe expulsar a ERC del gobierno antes de que sean los militantes republicanos los que fuercen la ruptura del gobierno tripartito. Los más pesimistas temen incluso que el Gobierno no aguante hasta la celebración del referéndum, que, subrayan, debe ser ahora la única prioridad. La preocupación por la supervivencia del Gobierno la comparte el tercer socio del Ejecutivo, Iniciativa per Catalunya-Els Verds, que, al igual que los socialistas, no ve otra salida que la disolución del Parlament y la convocatoria de elecciones para otoño. El coordinador general de ICV, Joan Saura, analizó la situación con Maragall el viernes y le adelantó que sus consejeros no seguirán en el Ejecutivo si se rompe el tripartido. El vicepresidente de este partido, Jordi Guillot, señaló ayer que la posición adoptada por ERC «nos lleva a la convocatoria de elecciones anticipadas» tras el referéndum.