Diario de León

El servicio, proyectado inicialmente sólo para el casco antiguo, tiene ya construída toda su infraestructura en La Lastra

La recogida neumática de basuras se ampliará en otros cinco kilómetros

El número de usuarios se multiplicará por tres en pocos años con 4.600 viviendas más

Tanques de la recogida final de residuos al término de su recorrido por las tuberías subterráneas

Tanques de la recogida final de residuos al término de su recorrido por las tuberías subterráneas

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Antonio Núñez - león
León

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La recogida neumática de basuras, inaugurada hace ahora poco más de cuatro años para dar servicio al casco antiguo con una red de 1,5 kilómetros de conducción principal más otros 1,7 de ramales auxiliares, triplicará su actvidad próximamente ampliándose en cinco kilómetros más para atender el barrio de la Lastra, donde ya se está construyendo el primer bloque de las 4.600 viviendas que albergará en el futuro, justo al lado de la planta de recogida de residuos que los almacena y compacta para su posterior envío al vertedero provincial. Desde su entrada en funcionamiento en abril del 2002 los 71 buzones callejeros de la recogida neumática han retirado un total de 12.000 toneladas de basura de todo tipo, equivalentes a la carga de un millar de camiones y a un ritmo de aproximadamente 8.000 kilos diarios: los que se generan en el Barrio Húmero por aproximadamente 4.000 vecinos y un centenar y medio de locales de hostelería y comercios. La ampliación del servicio hacia la nueva urbanización de La Lastra es inminente, hasta el punto de que las tuberías por las que discurrirá la basura urbana están ya totalmente construídas, incluso antes de que se edifique encima de ellas. En total suman cinco kilómetros más de recorrido: el doble de la red actual para triplicar, también como mínimo, el número de usuarios. Caro pero sin fallos Las instalaciones de la recogida neumática de residuos supuso en su día una inversión de 5,2 millones de euros (casi 900 millones de las desaparecidas pesetas) y un largo periodo de obras y molestias en el centro de la ciudad hasta que el proyecto quedó terminado. Su puesta en marcha tampoco estuvo exenta de protestas vecinales y de los empresarios de la zona, que se resistían a abandonar el sistema clásico de recogida de los residuos urbanos por los camiones de toda la via, y en especial cuando también se les obligó previamente a seleccionarlos en locales y domicilios con bolsas pequeñas y diferenciadas, algo que ahora es norma para toda la provincia. Salvadas las primeras resistencias las ordenanzas municipales se están cumpliendo con toda normalidad, salvo casos aislados de vecinos recalcitrantes, que en vez de separar la basura por su origen e introducirla en los contenedores correspondientes -de color verde para los residuos orgánigos y amarillo para los envases- dejan las bolsas en la acera como se hacía antes, aún a riesgo de ser multados. El Ayuntamiento, sin embargo, prefiere no imponer sanciones, al menos por el momento, y se limita a enviar a las estrechas callejuelas de la ciudad antigua pequeños vehículos de recogida para remediar la falta de concienciación ciudadana de los pocos vecinos incumplidores que quedan en la zona. Por lo demás lo caro de la inversión que supuso la recogida neumática ha quedado ampliamente compensada con un funcionamiento sin fallos. En cuatro años no se ha producido ningún atasco en las conducciones y sólo pequeños incidentes en los propios buzones, donde la gente deposita algunas veces bolsas de un tamaño superior a lo correcto. Según los técnicos de Urbaser, empresa concesionaria del servicio municipal de limpiezas, se trata de problemas cotidianos fáciles de resolver y sin apenas coste. Para Alfonso Díaz Reverte, encargado de controlar el servicio, el principal problema sigue siendo la falta de colaboración de una minoría de vecinos, a pesar de las campañas publicitarias realizadas hasta ahora y de que el sistema ha demostrado ser más cómodo, limpio y eficiente que los anteriores. «Las instalaciones tienen capacidad sobrada para tratar diez veces más toneladas que ahora» ALFONSO DÍEZ REVERTE , técnico de Urbaser

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