Abren diligencias informativas al juez y a la fiscal del sumario del 11-M

La excarcelación del presunto terrorista islamista marroquí Saed El Harrak, acordada anteayer por la magistrado Teresa Palacios por haber cumplido el plazo máximo de prisión provisional sin que nadie pidiera la prórroga de la misma, provocó la apertura de diligencias informativas al juez y a la fiscal encargados del caso. La primera reacción llegó del presidente del Consejo Gene-ral del Poder Judicial, quien ordenó al jefe del servicio de inspección de este órgano la apertura de una «información previa» para esclarecer los hechos, en lo que atañe al juez instructor, Juan del Olmo, que se encuentra de baja, recién operado de un glaucoma. En el caso de la fiscal Olga Sánchez, la inspección de la Fiscalía General del Estado incoó ayer de oficio unas «diligencias informativas» para averiguar las circunstancias del hecho. De momento, según precisaron fuentes de la Fiscalía General, aún no se le abrió ningún «expediente disciplinario por falta muy grave», como la interesada declaró ayer a la prensa -se supone que por error- a la salida de la Fiscalía General. La excarcelación de Saed el Harrak, según distintas fuentes jurídicas conocedoras del caso, fue fruto de una cadena de errores en la que habrían incurrido todas las partes implicadas: juez, fiscal y acusación particular que representa a las víctimas. La fiscal y la representación de la acusación particular se habrían olvidado de pedir la prórroga y ni el juez titular, ni tampoco la sustituta, la decretaron de oficio. No lo hicieron porque, al parecer, el juez cometió un error al citar la fecha de su detención en el auto de procesamiento. Ésta tuvo lugar el seis de mayo del 2004 y el juez decretó su ingreso en prisión cuatro días más tarde. Del Olmo, por error, cita como fecha de su detención en 16 de mayo. Para tratar de solventar el fallo, la fiscal recurrió ayer la puesta en libertad del preso y solicitó su comparecencia para pedir de nuevo su prisión alegando nuevos hechos delictivos, pero la juez Teresa Palacios la rechazó alegando que no existe nada nuevo. El recurso contra el auto de libertad, aún pen-diente de resolución, tampoco tiene visos de prosperar. Un episodio más Lo ocurrido con la excarcelación de El Harrak no deja de ser un episodio más dentro de una cadena de errores judiciales -la libertad del narco Carlos el Negro y del etarra Allekema Lamaria- que en su día armaron gran revuelo en la Audiencia Nacional y le costaron el puesto a los magistrados del la sección cuarta de la Sala de lo Penal y al titular del Central 1, Ruiz Polanco. En este caso, las fuentes jurídicas consultadas apuntan que en el caso del juez instructor existen muy pocas posibilidades de que las consecuencias vayan más allá de un simple apercibimiento.