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ESTABA EN TRATAMIENTO PSIQUIÁTRICO FUE ABANDONADA EN UNA CÉNTRICA PLAZA El trabajo de gobiernos africanos en la lucha contra la inmigración comienza a dar frutos

Un hombre ataca a su madre y se suicida al tirarse desde su casa Encuentran una recién nacida casi muerta de frío en Torrevieja Detienen dos barcos negreros camino de España y otro logra huir

Seiscientos «sin papeles» llegan en cayucos a las playas de Tenerife en 48 horas

Un grupo de 131 inmigrantes que iban en uno de los cuatro cayucos que llegaron ayer a Tenerife

Publicado por
Xurxo Fernández - redacción
León

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Un hombre agredió hoy a su madre y se tiró al vacío desde un edificio de la capital grancanaria, donde murió debido al impacto. Al parecer, el agresor era esquizofrénico. | efe La Conselleria de Bienestar Social tuvo que asumir ayer la tutela de la recién nacida que fue encontrada de madrugada en pleno centro de Torrevieja, en un plaza, con síntomas de hipotermia y que permanece ingresada en un hospital. Una llamada anónima al teléfono de Emergencias 112 avisó del abandono del bebé de apenas unos días de vida. | efe El trabajo de los gobiernos africanos en la lucha contra la inmigración ilegal comienza a dar frutos. Las operaciones organizadas por la policía española, en las que colaboran fuerzas de seguridad de Senegal, Cabo Verde o Guinea han servido para frenar, esta misma semana, dos barcos negreros que se dirigían a España. El primero, fue apresado el jueves y aunque no ha trascendido el número de ocupantes sí se sabe que eran todos subsaharianos y que la embarcación (un pesquero) había sido fletada en Ghana. Del mismo puerto, presumiblemente Accra, la capital ganesa, habría partido otro barco, el Awad II , que fue capturado ayer mismo en aguas de Cabo Verde. En su interior viajaban 37 inmigrantes ilegales, entre malienses, senegaleses y caboverdianos. Se le había estado siguiendo la pista durante los últimos días y, tras verificar su carga, fue interceptado en una operación conjunta en la que colaboraron la policía senegalesa y el Ejército de Cabo Verde. El trabajo de seguimiento no fue suficiente para obtener un resultado redondo, ya que otro pesquero fue capaz de burlar la vigilancia y escapar con más de 80 personas a bordo, también subsaharianos. La policía maneja datos que confirman que ambas embarcaciones tenían como destino final las islas Canarias. Ahora se ha alertado a las fuerzas de seguridad de los países cercanos para que intenten localizar el barco y evitar que vuelva a intentar su aventura. Las sospechas apuntan a que ha encontrado refugio en Bissau. El cambio de estrategias de las mafias, que tras el incremento de los controles en los puertos de salida de Marruecos y Mauritania han optado por alargar las travesías, hace imprescindible que España demande la intervención de países del África Subsahariana para que frenen a los barcos negreros (alguno con más de 200 personas a bordo) que tratan de alcanzar aguas españolas. Si no se les detiene antes de que se acerquen a Canarias, es casi imposible frenar el acceso de los buques a las islas y los obstáculos para la repatriación de los inmigrantes ilegales se multiplican una vez en tierra. La prioridad de los encargados del control del tráfico de personas se centra ahora en evitar la salida de Costa de Marfil y Guinea de centenares de inmigrantes asiáticos. El delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, anunció ayer que las patrullas mixtas de España y Mauritania comenzarán a funcionar la próxima semana. Dado que en la zona marítima en la que actuarán España no tiene jurisdicción, es necesario que las patrullas trabajen con personal de ambos países a bordo. En total serán seis agentes en cada una, la mitad personal de la Guardia Civil y la otra mitad agentes mauritanos. España financia esta operación, incluida la formación de los policías mauritanos. Segura hizo hincapié en la «excelente» cooperación que se está produciendo con las autoridades mauritanas, que están expulsando a los inmigrantes que llegan a su país de forma irregular y resaltó el drama humano de quienes deciden lanzarse al mar, lo que quedó de manifiesto con la llegada de una embarcación con once cadáveres al Caribe. Ayer, 380 inmigrantes indocumentados fueron detenidos ayer en Tenerife después de que llegasen en cuatro cayucos a las costas la isla. De las 89 personas que viajaban en la última embarcación, 13 son menores. El viernes ya habían llegado 195 personas en tres cayucos. En total casi 600 «sin papeles» en menos de 48 horas. Una marea humana sin fin.