El Supremo anula el nombramiento de Gómez Bermúdez al frente de la Sala de lo Penal de la Audiencia

La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo decidió ayer, en sesión plenaria, anular el nombramiento de Javier Gómez Bermúdez como presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, acordado el 1 de julio del 2004, por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). La decisión del alto tribunal es firme, porque contra ella no cabe recurso ordinario alguno, por lo que la sentencia tendrá que ser ejecutada en los próximos días, según indicaron fuentes judiciales. Gómez Bermúdez, tras conocer la resolución judicial, dijo respetar la decisión del Supremo y explicó que ejercerá sus obligaciones diarias en el puesto hasta que reciba su cese. En ese momento, se hará cargo de su puesto el magistrado Fernándo Bermúdez de la Fuente, presidente de la Sección Cuarta y el más veterano de la sala. El alto tribunal anuló ayer el nombramiento, tras un día completo de deliberaciones de los miembros del pleno, al aceptar los magistrados de manera unánime el recurso que presentó contra la decisión del CGPJ el juez José Ricardo de Prada Solaesa, que también aspiraba al cargo. El recurrente, entre otros motivos, alegó en la impugnación ayer admitida que Gómez Bermúdez no contaba con méritos suficientes como para superar a otros de los candidatos en liza y que la mayoría conservadora del Poder Judicial lo designó como presidente de la Sala de lo Penal por afinidad política y no por un baremo profesional. Gómez Bermúdez fue elegido para el cargo, en cuarta votación, con el único apoyo de los once vocales de la mayoría conservadora, designados por el PP. Los siete vocales progresistas y el independiente Agustín Azparren dieron sus ocho votos al titular del Juzgado Central 5 de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón. Entre los aspirantes, además de Gómez, Garzón y De Prada, estaba el también magistrado del tribunal central antiterrorista Alfonso Guevara. Elección polémica La elección de Gómez Bermúdez, entonces magistrado sustituto de la Sala de lo Penal y juez central de vigilancia penitencia , estuvo rodeada de la polémica, sobre todo por la comparación que hicieron los progresistas de su currículo con el de otros aspirantes al puesto como Garzón. El vicepresidente del CGPJ y portavoz de los progresistas, Fernando Salinas, fue muy duro. Calificó el nombramiento de «sectario» y «alejado de los criterios legales de experiencia, mérito y capacidad».