Alonso a la Armada: «Enfrente sólo hay cayucos a la deriva con personas desesperadas»

El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, afirmó ayer que la Armada sólo asumiría labores de tipo «disuasorio» frente a la inmigración ilegal si detecta buques nodriza que abandonan a los extranjeros en cayucos en alta mar. Alonso contestó así a la petición de las autoridades de Canarias de que buques de guerra «blinden» sus costas para frenar las avalanchas de indocumentados. El responsable de Defensa hizo esta afirmación durante una visita al portaaviones Príncipe de Asturias , en aguas de la Bahía de Cádiz. Reiteró que la Marina realiza desde hace mucho tiempo tareas de control y vigilancia del espacio marítimo, labores que el Ejecutivo reforzó hace una semana con más buques y aviones militares. Su labor -insistió- será apoyar el trabajo de las Fuerzas de Seguridad y, si fuera preciso, socorrer a quienes estén en peligro en la mar, pero el control de los flujos migratorios corresponde a Interior y no a su departamento. Alonso explicó que Defensa sólo asumiría labores de tipo «disuasorio» en caso de que fueran detectados buques nodriza desde los que las mafias desembarcaran a los indocumentados para enviarlos en pequeñas embarcaciones hasta la costa. La disuasión -aclaró- es un concepto «muy discutible» en este momento, cuando «enfrente sólo hay cayucos a la deriva con personas desesperadas» y que han «pagado grandes sumas de dinero» a las mafias para jugarse la vida «en busca de un futuro mejor». El responsable de Defensa subrayó que la mejor manera de combatir la inmigración clandestina es centrar los esfuerzos en el origen (los países africanos), mediante el trabajo diplomático y de los servicios de inteligencia, y en el destino (España), donde sólo podrán quedarse los extranjeros que estén en situación legal. «Los que no, tendrán que ser retornados a sus lugares de origen». Para ello, el Gobierno redobló sus actuaciones con la aprobación del Plan África, que incluye una ofensiva diplomática en los países subsaharianos emisores de emigración para prevenir las salidas de embarcaciones y fomentar la readmisión. El plan contempla más vigilancia en la mar y ayudas a los países de origen para que sus habitantes no vean la emigración como la única salida a su penosa situación.