Rubalcaba?avisa a Batasuna que para jugar tiene que «cumplir lasreglas» Cumplir la ley pero amoldarse La Justicia debe implicarse Los jueces deben tener coraje

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, salió ayer al paso de las críticas de Batasuna ante el modo en el que el gestionando el alto el fuego de ETA y recordó que en democracia existen unas normas a las que todos deben ceñirse. El máximo responsable de la lucha antiterrorista vino así a justificar la decisión del juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande Marlaska, que ayer optó por ampliar la imputación a Arnaldo Otegi y otos siete miembros de la formación ilegalizada por amenazas terroristas. «Quien está fuera de juego ha de entender que hay unas reglas y que, si quiere estar en él -remarcó- tiene que cumplirlas». El mensaje no sólo vale para los componentes de la izquierda independentista, también es ampliable a las formaciones nacionalistas, PNV, EA y a Ezker Batua que cuestionaron actuación judicial. Rubalcaba no quiso extenderse en el tema. Simplemente aprovechó su presencia en la clausura de la XXII Reunión del Círculo de Economía, en Sitges, para reclamar a todos los actores políticos la discreción que, a su juicio, exige el proceso puesto en marcha. Así, ante las preguntas realizadas por los asistentes en el coloquio posterior a su intervención, se mostró convencido de que lo adecuado sería «reconducir» el debate y «recuperar» la máxima que se había aplicado en los últimos meses: «hablar poco en público y mucho en privado». Eso, teniendo en cuenta que «ahora hay más interlocutores con presencia permanente» que hacen sus propios reclamos. «Se ha producido una recomposición que hace que todo el mundo se mueva mucho, muy deprisa y de forma visible», dijo. Para afrontar este escenario, según su criterio, habría que «ordenar entre todos» la «parte pública» del debate y ser capaces de «aprovechar» que «vivimos momentos positivos». «Probablemente -enfatizó- nunca hemos estado mejor». Ahora bien, recordó la advertencia de José Luis Rodríguez Zapatero de que el viaje hacia el fin del terrorismo será «largo, difícil y tendrá altibajos». Rubalcaba, en cualquier caso, no se refirió de forma directa a la decisión de Grande-Marlaska, ni a las advertencias de Joseba Permach sobre las consecuencias que tendrá la encarcelación de los líderes batasunos en el proceso. Quien sí lo hizo fue el número dos del Partido Popular, Ángel Acebes, precisamente para recriminar al Ejecutivo y al Fiscal General del Estado que «no se responda con rotundidad a la escalada de retos» planteada por la organización ilegalizada y alabar el criterio del juez de la Audiencia Nacional que «en circunstancias complicadas», dijo, ha tenido el «coraje de dar la cara por la libertad, la democracia y el cumplimiento de la ley». El secretario general del primer partido de la oposición -que participó en la convención municipal de su formación en Valencia- advirtió de que ETA tiene que «disolverse y pedir perdón». E instó al Gobierno a dejarle claro que lo que ellos llaman proceso de paz «nunca va a consistir en lo que pretenden». Además, señaló que las víctimas «siguen esperando esa justicia que sólo el Estado de Derecho y la dignidad de una democracia que se respeta a sí misma pueden darles». Por eso mismo echó en cara que se presente a Otegui como un «trabajador por la paz» cuando a su juicio no es más que un «terrorista». El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, afirmó ayer que la Justicia debe hacer cumplir la ley «pero también amoldarse al contexto social, que en este momento es de esperanza de paz en Euskadi». Imaz instó a mantener la «tranquilidad y la serenidad, aunque haya dificultades» en el proceso de pacificación y normalización, y opinó que el auto del juez Fernando Grande Marlaska lleva a una situación «contradictoria y kafkiana». «Dentro de unas semanas se iniciará un diálogo con una organización terrorista para poner fin a la violencia e iniciar un proceso de paz y, mientras tanto, interlocutores políticos de un partido, como Batasuna, sean citados a declarar a la Audiencia Nacional por unas manifestaciones públicas». Imaz también dijo que «Batasuna debería pensar en qué tienen que hacer ellos en vez de pensar tanto en lo que tienen que hacer los demás». El portavoz de la presidencia de EB-IU, Mikel Arana, cree que el auto del juez Grande Marlaska que amplía las imputaciones contra ocho dirigentes de Batasuna «responde exclusivamente a criterios y visiones muy personales del propio magistrado». Arana destacó, en declaraciones a los medios de comunicación, que el nuevo auto «carece de rigor jurídico» y añadió que «nos recuerda a voluntades de protagonismo político, como Baltasar Garzón». A su juicio, la ampliación de imputaciones «no tiene ningún sentido» en un contexto de cese definitivo de la violencia «ni cuando el Gobierno ha verificado el alto el fuego», y reclamó a la Justicia que «se implique activamente en el proceso de paz, desde el respeto al ordenamiento jurídico y sin primar protagonismos personales». IU es además partidario de legalizar en el futuro a Batasuna para contribuir a la normalización de la vida política. El secretario general del PP, Angel Acebes, apuntó ayer que resulta «llamativo» que en la España del «siglo XXI» sea un juez «el que haya dado la cara por la libertad, por la democracia y por el cumplimiento de la ley» y haya dicho que los representantes de Batasuna son «unos delincuentes y que los imputaba». El dirigente popular afirmó que resulta «básico que ETA y Batasuna tengan inequívocamente claro» que el proceso abierto tras la declaración de alto el fuego «nunca va a consistir» en el incumplimiento de la ley para que así «tengan la iniciativa que pretenden imponer». «Tenemos que felicitarnos porque en circunstancias difíciles y complicadas, con tergiversaciones de todo tipo, un juez haya tenido coraje», afirmó a la vez que celebró que el Estado de Derecho «haya respondido con claridad, con contundencia y con firmeza exigiendo el cumplimiento de la ley».