Diario de León

El debate da un giro tras la intervención del PNV y el proceso de paz monopoliza la segunda jornada parlamentaria

Zapatero no esperará a que ETA deje las armas para hablar del futuro de Euskadi

El presidente avala las conversaciones del PSE y Batasuna, impulsadas desde La Moncloa

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Ramón Gorriarán - madrid
León

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El presidente del Gobierno dijo, por primera vez, que no cree necesario esperar a que ETA renuncie para siempre a la violencia para abrir un diálogo entre partidos sobre el futuro de Euskadi. José Luis Rodríguez Zapatero avaló así la iniciativa del Partido Socialista de Euskadi de mantener en los próximos días contactos públicos con Batasuna. El líder socialista reclamó además a las fuerzas vascas que encaren el proceso de paz «con perspectiva histórica» porque acabar con un problema de tantos años no se puede resolver con estrategias a corto plazo. Si la primera jornada del debate sobre el estado de la nación estuvo casi ayuna de alusiones a ETA y al proceso de paz, la segunda estuvo repleta. Rodríguez Zapatero se reservó para sus duelos con los portavoces Josu Erkoreka, del PNV, Begoña Lasagabaster, de Eusko Alkartasuna, y Uxue Barkos, de Nafarroa Bai, el intercambio de ideas sobre el final de la violencia y el futuro político de Euskadi. En este terreno dio un paso cualitativo en sus posiciones al dar un espaldarazo a las conversaciones políticas sobre el porvenir del País Vasco sin esperar al final de la violencia. «Lograr el silencio definitivo de las armas -dijo- será una tarea que lleve tiempo», pero esa circunstancia no tiene que «impedir que el diálogo político comience». Hasta ahora, su posición era «primero la paz y después la política». Con esa tesis ahogó las prisas de Batasuna y de los nacionalistas para constituir una mesa de partidos sin constatar la voluntad de ETA de abandonar el terrorismo. Pero el anuncio del líder del PSE, Patxi López, de mantener contactos oficiales con Batasuna, decisión impulsada desde La Moncloa, facilitó a Rodríguez Zapatero dar este paso. El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, arropó aún más la iniciativa de los socialistas vascos e indicó que la dirección del partido «autorizó» esas conversaciones, «no para negociar» sino para exigir a la formación ilegal, «mirándola a los ojos», que cumpla la ley para participar en la vida política. El presidente del Gobierno alentó el diálogo entre los partidos vascos y aconsejó que se lleve a cabo con «sensatez, prudencia, máxima sinceridad por las partes y voluntad de acuerdo, sin prejuicios y sin clichés». Reclamó asimismo a los nacionalistas que abandonen la defensa numantina de «conceptos míticos» que han dificultado hasta ahora «la convivencia» entre los vascos. Rodríguez Zapatero se refería a la reivindicación del derecho de autodeterminación, un planteamiento que, en su opinión, «no tiene anclaje en nuestro sistema constitucional». Compartió con el portavoz del PNV el derecho de los vascos a decidir su futuro, pero con un matiz, y no menor: «dentro de la legalidad». Erkoreka intentó dejar sentado que la voluntad de los ciudadanos es «la última ratio» de un sistema democrático, pero el jefe del Ejecutivo replicó que «no hay orden jerárquico» en los principios democráticos, ya que «el respeto a la voluntad popular y el respeto a la legalidad y a las reglas del juego» no pueden entenderse «el uno sin el otro». Objetivo ambicioso Zapatero Indicó que «tiene ideas y propuestas» que aportar a ese diálogo político, pero se las reservó para cuando madure el proceso; una evolución, admitió, que no será fácil. Aceptó que alcanzar «un gran acuerdo» que facilite la convivencia y reconozca que Euskadi es «plural» es un objetivo «ambicioso» por las enconadas diferencias entre nacionalistas y no nacionalistas, pero al mismo tiempo es «posible y probable». El jefe del Ejecutivo, en su réplica a la representante de Eusko Alkartasuna, reclamó a las fuerzas vascas que acudan con humildad al diálogo ya que «nadie tiene la verdad absoluta» sobre el futuro político de Euskadi. Reclamó además que todos sin excepción estén a la altura de las circunstancias porque «si queremos hacer algo de gran alcance» será necesario «un gran acuerdo». Adelanto que el PSE actuará sin injerencias desde Madrid.

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