Los partidos catalanes no logran despertar interés en el inicio de campaña

Los partidos catalanes no han conseguido despertar el interés de los ciudadanos en el arranque de campaña del referéndum del Estatuto del 18 de junio y los actos celebrados en las dos primeras jornadas apenas han reunido a unos pocos centenares de simpatizantes. PSC y CiU temen que esa atonía se traduzca en abstención y han recurrido a ayudas externas para movilizar el sí. Los convergentes contaron este sábado con el respaldo de los líderes del PNV y del BNG y el PSC recibirá este domingo a José Luis Rodríguez Zapatero. La maquinaria de los partidos ha elegido, de momento, escenarios reducidos: comidas con militantes y simpatizantes, reuniones con colectivos profesionales, conferencias... Los mítines masivos, sobre todo en Barcelona, llegarán al final, en la recta final de campaña. Mientras, la mayoría de los ciudadanos prefiere dedicar su tiempo libre al ocio y no a las peleas políticas sobre el Estatuto, y medio millón de vehículos abandonaron ayer Barcelona aprovechando el buen tiempo y que el lunes es festivo en la capital catalana. La playa y la montaña tienen más poder de atracción que los lemas de campaña o los discursos de los líderes políticos. El apoyo de Galeusca CiU buscó ayer el apoyo del PNV y del BNG para reunir a poco más de 200 simpatizantes que enarbolaban senyeras, ikurriñas y banderas gallegas en un lugar emblemático de Barcelona: el Fossar de les Moreres, una plaza donde, según dice la tradición nacionalista, siguen enterrados en una fosa los cadáveres de decenas de barceloneses que se rebelaron contra las tropas borbónicas del rey Felipe V, el 11 de septiembre de 1714. La cúpula de CiU, encabezada por su presidente y secretario general, Artur Mas y Josep Antoni Duran i Lleida, contó con el espaldarazo del presidente del PNV, Josu Jon Imaz, y del portavoz del BNG, Anxo Quintana. El acto estaba organizado por Galeuscat (una entidad nacionalista formada por CiU, PNV y BNG), y Mas apeló a los sentimientos patrióticos de los presentes y al «espíritu» de los presidentes de la Generalitat Francesc Macià, Josep Tarradellas y Jordi Pujol para pedir el respaldo al Estatuto. Mas destacó que los tres presidentes citados, «en algún momento de la historia negociaron en Madrid» y «dijeron que sí con convicción en los momentos en que Cataluña podía avanzar». El presidente de CiU aseguró que el nuevo Estatuto «abre la puerta al reconocimiento más grande de Cataluña como nación que hemos tenido en 300 años» y pidió especialmente el apoyo de los sectores «más catalanistas y soberanistas» a quienes animó a votar sí «con la cabeza bien alta», porque el nuevo Estatuto «ofrece el mayor grado de reconocimiento nacional y de autogobierno que Cataluña ha tenido desde 1714». Duran i Lleida, por su parte, trató de frenar el no y arremetió contra ERC y su secretario general, Joan Puigcercós, al que acusó de no haber sabido defender el Estatuto, porque «estaba dispuesto a aceptar menos de lo que se ha conseguido». Pasqual Maragall también apeló a los primeros presidentes de la Generalitat para reclamar el sí en el referéndum. El presidente de la Generalitat se reunió ayer en la sede central del PSC con un nutrido grupo de alcaldes y cargos municipales socialistas para pedirles «el apoyo unánime» de los ayuntamientos al nuevo Estatuto como acto de «patriotismo» hacia Cataluña.