Cerrar

| Análisis | Reto al Gobierno |

Batasuna «pasa» de ser legal

Publicado por
R. Gorriarán / A. Torices - madrid
León

Creado:

Actualizado:

El Gobierno ha lanzado todo tipo de mensajes a Batasuna para que dé pasos a fin de lograr la legalización, pero sus llamamientos han sido desoídos. Propuso que cambiara de nombre y presentara nuevos estatutos en el Ministerio del Interior, reclamó que hiciera una «condena expresa» de la violencia y condicionó la apertura de un diálogo político a que volviera a la legalidad. Todas las tratativas fueron desdeñadas por los dirigentes del partido ilegal. Esta obstinación se ha convertido, en opinión del Ejecutivo, en uno de los mayores obstáculos para avanzar en el proceso de paz. «No nos hace especial ilusión», comentó Arnaldo Otegi cuando fue preguntado sobre la legalización de Batasuna. El dirigente apuntó en una entrevista que para ellos no es un problema estar al margen de la ley para participar en las conversaciones políticas porque se sienten «legalizados de facto». Una visión muy distinta a la que tiene el Gobierno, que sostiene que es requisito imprescindible la vuelta a la legalidad para sentarse a dialogar con Batasuna. El Ejecutivo cree que el tiempo juega a su favor ya que el partido ilegal tiene en su horizonte participar en las elecciones municipales del 27 de mayo de 2007 y para hacerlo necesita ser una formación legal. Por esta razón, en La Moncloa están persuadidos de que este verano, o poco después, Batasuna dará pasos para normalizar su actividad pública.El fiscal general del Estado sugirió hace meses que se registren con otro nombre y nuevos estatutos. Fuentes socialistas apuntaron que si se mantiene la inactividad de ETA no sería necesaria, incluso, la condena de la violencia por parte de esa nueva formación porque carecería de sentido rechazar algo que no existe. Los dirigentes del partido ilegal se niegan a dar ese paso porque ante sus bases sería «una cesión» que no están dispuestos a asumir. Batasuna adquirió hace dos años un compromiso en un acto público para no condenar «nunca» la violencia porque fue un instrumento «legítimo» en su momento. «Ahora hay la mejor oportunidad para lograr la paz. No consentiré que se ponga en cuestión» J.L. RODRÍGUEZ ZAPATERO