Diario de León

El PP pide a Zapatero que no siga «ciego y sordo» al rechazo al diálogo con ETA y Batasuna

El Gobierno llama «hipócrita» al PP por no admitir que negoció con ETA

La Guardia Civil abrió paso a Otegi en 1998 para que acudiera a la cita en Burgos con enviados de Aznar

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Ramón Gorriagán - madrid
León

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Un día después de la manifestación convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), que reunió ayer a unas 200.000 personas en Madrid y que estuvo respaldada por la cúpula del PP, el partido de Rajoy ha pedido al Gobierno que «dejen en paz a las víctimas» y a Zapatero que no permanezca «ciego y sordo ante el clamor» de la sociedad. Desde el Ejecutivo, el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, denunció la actitud «hipócrita» del partido de Mariano Rajoy, porque ellos también llevaron a cabo un diálogo con ETA en 1998. PSOE e IU coincidieron en criticar la actitud del PP y la utilización de las víctimas. También desde el PSOE se censuró la actitud del PP contra el proceso de paz y su secretario de Organización, José Blanco, acusó al partido opositor de pretender «descarrilar» los intentos de buscar el final de la violencia «antes de que comience» el diálogo. Blanco manifestó en un mitin en la localidad madrileña de Fuenlabrada que es «incomprensible» que los populares organicen una manifestación «amparándose en algunas víctimas del terrorismo» para atacar a un gobierno que «quiere precisamente acabar con el terrorismo». El dirigente socialista calificó de «absurdo» el argumentario del PP contra el proceso de paz porque, por ejemplo, hubiera carecido de sentido hablar en Irlanda con el IRA y no hacerlo con su brazo político, el Sinn Fein. Blanco sostuvo que además es «cínico» oponerse a hablar con Batasuna cuando el hoy partido de oposición se reunió con esta formación en 1998 «en Burgos con la Guardia Civil abriendo paso a (Arnaldo) Otegi», en alusión al encuentro celebrado en un chalé de la localidad burgalesa de Juarros entre una delegación del Ejecutivo de José María Aznar y cuatro representantes de Batasuna. Aquello, sostuvo, fue «un acto patriótico», pero si lo hace el Gobierno de Rodríguez Zapatero es «una traición al Estado». Ni siquera contra ETA El secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, subrayó que el acto del sábado organizado por la AVT y con presencia de los lídres del PP fue «para insultar» al presidente del Gobierno y no «para cooperar». Ni siquiera fue para arremeter contra los terroristas. Moraleda discrepó del argumento del partido opositor de que la mayoría de la sociedad está en contra del diálogo con ETA y Batasuna porque «ningún ciudadano de buena fe» rechaza que el Gobierno «no aproveche la mejor oportunidad» que ha existido en las últimas décadas para alcanzar la paz. En el fondo, dijo el portavoz gubernamental, subsiste la posición «hipócrita» del PP porque tiene «más interés» en sus objetivos como partido que «en el interés del país». Una actitud, prosiguió, ante la que el Gobierno, sin embargo, mantiene «las manos tendidas y las puertas abiertas». El propio Rodríguez Zapatero se quejó en una entrevista en La Vanguardia del comportamiento del PP hacia el Gobierno en materia antiterrorista ya que en sus dos años largos de mandato sólo ha recibido «manifestaciones e insultos», pero nunca «apoyo y comprensión». El presidente del Gobierno indicó que antes de que hubiera atisbos de un proceso de paz ya hubo una protesta callejera respaldada por el partido opositor, en referencia a la de enero del 2005. También antes de que el jefe del Ejecutivo anunciara su disposición a dialogar con ETA, Rajoy afirmó que «traicionaba a los muertos» en el debate sobre el estado de la nación del año pasado. «El PP -se lamentó Zapatero- no me ha dado ni un apoyo en el tema de ETA, ni uno». El presidente del Gobierno atribuyó este comportamiento de la oposición a dos elementos: considerar que el resultado electoral del 14 de marzo del 2004 fue «un error» de los ciudadanos y a que la actual dirección del PP tiene «miedo a su propio futuro político», que sería nulo con una nueva derrota en las urnas. La combinación de estos dos hechos, añadió, lleva a los dirigentes popularesa actuar a «impulsos diarios, siempre estridentes, con palabras gruesas, descalificaciones no creíbles para la mayoría de los ciudadanos». La dirección del PP, remató, «tiene una inseguridad de fondo muy seria» porque ve su porvenir en el alero. Todo igual El Gobierno mantiene pues intactos sus planes para poner en marcha el proceso de paz y la concentración de la Asociación de Víctimas del Terrorismo celebrada este sábado no va a alterar nada. El Ejecutivo mostró su «respeto» por la protesta, pero lamentó que se convirtiera en un acto del PP para «insultar» a Zapatero en lugar de «cooperar» en la búsqueda del final de la violencia, cuando el jefe del Ejecutivo necesita la «ayuda» de todos en estos momentos. El principal motivo de inquietud en La Moncloa es la escalada verbal detectada en la protesta. Se tachó de «asesino» a Zapatero y de «terroristas» a los socialistas. Mientras, el PP pidió ayer a Zapatero que no siga «ciego y sordo» al rechazo al diálogo con ETA y Batasuna. El partido opositor afirma que el presidente del Gobierno desprecia la paz de «la libertad, la ley y la justicia». «Es un desprecio a la paz de la libertad, la paz de la ley, la paz de la justicia, la paz de la dignidad democrática» PP

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