El menor, de 12 años, fue liberado en perfecto estado tras pagar un rescate de 50.000 euros
Siete detenidos por el «secuestro exprés» de un niño en Murcia
Los criminales pidieron al progenitor el dinero de las nóminas de su empresa
Siete personas han sido detenidas en Murcia por su presunta implicación con el secuestro de Iván Hernández, un niño de 12 años hijo de un empresario del municipio de Torre Pacheco. El menor, que no presenta ningún daño físico, fue liberado a primera hora de la madrugada de hoy después de que su padre pagara un rescate de 50.000 euros. Los raptores sabían que ese día el empresario iba a pagar la nómina a su empleados. Como no encontraron el dinero, decidieron llevarse al menor. La Delegación del Gobierno en Murcia confirmó las detenciones, entre ellas la de un gitano, J. A. C. C, dueño de una furgoneta en la que fue trasportado el niño. El supuesto secuestrador fue arrestado pocas horas después de la captura del niño. El delegado del Gobierno, Ángel González, aseguró que el menor había reconocido al detenido como «autor y contribuidor» del delito. Los otros seis arrestos se produjeron hacia las dos y cuarto de la tarde de hoy, martes, en la pedanía de Balsicas (Murcia). Según todos los indicios, se trata de ciudadanos magrebíes. De acuerdo con una versión no contrastada, alguno de los arrestados fue sorprendido durmiendo en el momento de la detención y se resistió a los agentes de la Guardia Civil. Hacia las cinco de la tarde, los presuntos captores fueron trasladados a dependencias policiales donde se hallaban los padres y el niño por si éste reconocía a alguno como autor del secuestro. Las Fuerzas de Seguridad registraron varias viviendas de Balsicas para intentar localizar el rescate que pagó la familia del niño y que aún no ha sido recuperado. Antonio Hernández Cuenca, el padre del pequeño, es propietario de una pequeña empresa, 'Estructura y Ferrallas el Molino', dedicada a la construcción y que cuenta con 52 trabajadores. A primera hora de la mañana del lunes, recibió una llamada de su mujer en la que le advertía que el niño no iría al colegio ya que no se encontraba bien y se quedaría con ella en las oficinas de la empresa. El padre estuvo haciendo gestiones, hasta que al mediodía fue al banco a recoger el dinero con el que pensaba pagar las nóminas de sus empleados. Hernández Cuenca dijo estar convencido de que le estaban vigilando, pero que quienes lo hacían no se dieron cuenta de que, aunque regresó a su empresa, no llegó a dejar allí el sobre en el que llevaba el dinero. Después de amordazar a la madre y revolver la oficina en busca de dinero, los secuestradores se llevaron al niño encapuchado. Más tarde, se pusieron en contacto telefónico con el padre al que pidieron un rescate de 100.000 euros, pero Hernández sólo pudo reunir la mitad y ello gracias a la ayuda de varios amigos, entre ellos el alcalde de Torre Pacheco. Para entregar el rescate, Antonio Hernández tuvo que seguir las indicaciones de los secuestradores que cambiaron varias veces de ubicación y le obligaron a seguirle por varias poblaciones de la zona. Finalmente el dinero lo dejó en un descampado de la pedanía de Valladolises (Murcia) y el niño fue liberado en otro lugar próximo. De lo que está casi seguro el empresario es de que los secuestradores manejaban información que debía haberles facilitado alguno de sus empleados Chivatazo «Tiene que haber habido un 'chivatazo' de alguien de dentro, porque más o menos sabían los días de pago», dijo Hernández. El padre del niño sostuvo que atrasó el pago de la nómina del viernes al lunes, dado que el primer día era festivo. De esta circunstancia tuvieron que ser advertidos los secuestradores por alguien conocedor de los entresijos de la empresa. El secuestro incitó al presidente de la comunidad autónoma, Ramón Luis Valcárcel, a reclamar al Ejecutivo central más presencia policial. En este sentido, aseguró que sucesos como éste «generan psicosis en la población e incertidumbre lo que hace necesaria la reclamación de más presencia policial y actuaciones por parte del Gobierno central, que es el responsable de garantizar la seguridad de los ciudadanos». La Asociación Unificada de la Guardia Civil se mostró persuadida de que el rapto no es un hecho aislado en la región y denunció la falta de medios y personal en los cuarteles de la comarca del campo de Cartagena. Empresarios de la comarca se sienten acosados por la inseguridad ciudadana. Dicen que desde hace año y medio están sufriendo robos de inusitada violencia en viviendas de zonas rurales y turísticas.