Armenteros nace en los años 50 para formar a los jóvenes aldeanos tras el trabajo
El centro inició su andadura como una academia libre. Se trabajaba con los jóvenes de los pueblos del entorno por las noches, después del trabajo, para prepararles como carteros, policías, guardias civiles o empleados de autobuses y calefacciones. Pronto se empezó a trabajar con los niños desde los diez años para prepararles para el bachillerato. Los resultados fueron buenos y poco a poco se fue gestando un pequeño centro donde colaboraban los maestros, estudiantes de Salamanca que no habían acabado la carrera y un par de sacerdotes. En 1958 el centro contaba ya con 200 alumnos y surgió la idea de convertirlo en un colegio libre adoptado, donde los maestros, médicos, farmacéuticos, secretarios y sacerdotes cooperaban en la enseñanza a través de las entidades colaboradoras. En los 70 En 1970 se publica la Ley General de Educación, que termina con las filiales. De este modo se busca el apoyo económico de los emigrantes en Suiza, Holanda, Alemania o Francia a cambio de cuidar de sus hijos durante la partida. Tras la catástrofe de los Ángeles de San Rafael (Segovia) se asignaron al centro hasta 700 hijos de accidentados o de mineros retirados por silicosis. Llegan los 80 y se supriman las becas por orfandad, aunque Armenteros sigue dando becas por su cuenta y a buscar dinero para mantener a los chavales. Hoy, el colegio acoge chicos de zonas rurales sin medios, niños y niñas con problemas familiares, hijos de emigrantes, escolares con retraso escolar, refugiados políticos, minorías étnicas e hijos de padres enfermos.