Escondían en zulos a mujeres chinas y las prostituían

Una operación policial ha permitido la desarticulación de una organización criminal dedicada a la explotación sexual de mujeres chinas y blanqueo de los beneficios. La actuación se ha saldado con la detención de nueve personas, entre ellos dos españoles. El juez ha encarcelado ya a los cuatro cabecillas de la trama. Las mujeres eran traídas con falsas promesas de trabajo en bazares y restaurantes chinos y, una vez en España, eran extorsionadas para ejercer la prostitución en diversos puntos de Andalucía, donde a veces eran escondidas en zulos para evitar su deportación. En la operación, denominada Liaoning por ser esta la provincia de origen de la mayoría de las mujeres, se incautaron de numerosa documentación, una vivienda, dinero en efectivo y varias cuentas bancarias, por un importe total de 1,2 millones de euros. Tras llegar a España con la falsa promesa de trabajar en restaurantes o comercios dirigidos por compatriotas ya radicados en el país, eran obligadas a prostituirse. Las víctimas, muchas en situación irregular, pasaban todo el día encerradas en los pisos y entablaban contacto con sus clientes a través de una «controladora» perteneciente a la red o alguien de confianza, que era quien fijaba las tarifas de los servicios y las condiciones de las salidas sin que las mujeres «tuvieran ni voz ni voto», como explicó el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón. Se trata de la primera red de prostitución de mujeres chinas detectada en Andalucía y posiblemente en España. El registro de uno de los nueve pisos que tenía la organización, situado en la calle Aníbal de Algeciras, permitió descubrir, oculto bajo un sofá, un «zulo» de 2 metros por 1,80 metros recubierto de plástico para su impermeabilización en el que se hallaron restos de comida y que la policía sospecha que servía para esconder a las mujeres en situación irregular en España y también para «coaccionarlas gravemente» y evitar que les delatasen. En los registros se han intervenido también teléfonos móviles, certificaciones de empadronamiento, fotocopias de pasaportes de mujeres chinas y pasaportes originales de dicha nacionalidad, así como miles de preservativos. Asimismo, la investigación ha puesto al descubierto que el dinero obtenido era blanqueado posteriormente e ingresado en cuentas bancarias que después se transfería a bancos chinos o europeos para dificultar su rastreo. En total se han intervenido hasta el momento 14 cuentas en distintas entidades y se ha probado un lucro de 500.000 euros transferidos al Banco de China, aunque la red podría haber obtenido casi el doble. La red tiene también posibles ramificaciones en Madrid, pues una de las detenidas es una mujer de nacionalidad china propietaria de una gestoría en el barrio madrileño de Hortaleza. Ella fue la encargada de tramitar la legalización de las mujeres afectadas en este caso.