Moratinos compromete ayuda para acabar con los conflictos bélicos que asolan el continente
España ofrece a África fijar cupos anuales para contratar inmigrantes
Cabo Verde, Gambia, Guinea Bissau y Senegal aceptan frenar de raíz la llegada de cayucos
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ofreció ayer a las autoridades de cuatro países africanos fijar cada año, por sectores, cupos de inmigrantes para que puedan viajar a España a trabajar de forma legal. La oferta forma parte de los acuerdos de segunda generación con los que el Gobierno quiere encauzar los flujos migratorios. Cabo Verde se comprometió ayer, en una declaración política, a firmar cuanto antes uno de esos acuerdos, que también obligan a aceptar la repatriación de sus nacionales y establecen medidas de todo tipo contra la inmigración ilegal. La fijación de esos cupos anuales de inmigrantes legales la harán ambos gobiernos por sectores, tras consultar a las asociaciones profesionales, sindicatos y organizaciones empresariales. Moratinos y su homólogo de Cabo Verde, Víctor Borges, firmaron ese documento en Praia minutos antes de que el avión del ministro español despegara hacia Banjul, la capital de Gambia, que acoge estos días la Cumbre de la Unión Africana. Allí, se reunió con los responsables de la diplomacia de Gambia, Guinea Bissau y Senegal, países del extremo occidental africano, un área que el Gobierno considera «estratégica» por ser punto de salida y lugar de tránsito marítimo de muchos barcos que parten rumbo a Canarias cargados de clandestinos. El ministro ofreció a todos sus interlocutores firmar acuerdos «de segunda generación», que no sólo persiguen establecer un marco legal para las repatriaciones sino combinarlas con más cooperación policial y judicial, un control de fronteras efectivo, medidas para luchar contra las mafias que trafican personas y un aumento de la ayuda al desarrollo. El Gobierno quiere también que esos países pongan en marcha programas que fomenten el retorno voluntario de inmigrantes y ayuden a canalizar las remesas de trabajadores de forma que repercutan en el desarrollo de sus sociedades. Moratinos aseguró haber recabado en sus reuniones «la reacción positiva» de las autoridades de estos países ante la política de inmigración española y su nuevo enfoque hacia África. El ministro entregó a sus interlocutores una copia de la declaración suscrita con Cabo Verde y todos «reaccionaron muy positivamente a los puntos que se incluyeron» en la propuesta española. Países de tránsito Moratinos aprovechó la segunda jornada de su gira por África occidental para visitar otro de los vértices del llamado triángulo de la inmigración, formado por las Islas Canarias, el archipiélago de Cabo Verde y la costa atlántica del continente. El objetivo del Gobierno es que los países de la zona cooperen con el despliegue de medios aéreos y marítimos que pondrá en marcha la agencia de la Unión Europea para el control de fronteras (Frontex) y ayuden a controlar sus aguas. Sus costas y su espacio marítimo están ahora en el origen del problema, pues la cooperación efectiva primero con Marruecos y después con Mauritania han empujado hacia el sur el punto de partida de estos flujos. El titular de Exteriores también aprovechó su presencia en Banjul para reunirse con el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Alpha Umar Konaré, y estimular la participación de todos los Estados miembros en la próxima Cumbre Euro-africana sobre Migraciones, que se celebrará en Rabat el 10 y 11 de julio. Moratinos habló además con Konaré sobre ayuda al desarrollo y ofreció la colaboración de España para acabar con los conflictos bélicos que asolan el continente.